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Hernia de disco lumbar, estenosis espinal lumbar, siringomielia

Actualmente se desconocen la causa y la patogénesis de la siringomielia, pero puede ser causada por anomalías congénitas del desarrollo. Los pacientes con siringomielia suelen tener otras anomalías congénitas, como cifosis, espina bífida, malformación de hernia subamigdalina cerebelosa, malformación de la unión craneocervical, etc. También puede ser secundaria a otras enfermedades de la médula espinal, como enfermedades tumorales de la médula espinal, lesiones de la médula espinal, adherencias aracnoideas de la médula espinal e inflamación de la médula espinal. Algunos pacientes con siringomielia no tienen otras enfermedades y solo tienen siringomielia simple.

Las manifestaciones clínicas de la siringomielia son diversas, incluyendo principalmente alteración sensorial, trastorno del movimiento y deformidad de las articulaciones. Este síntoma clínico progresa lentamente y los primeros síntomas se distribuyen segmentariamente, afectando primero a las extremidades superiores y gradualmente al segmento toracolumbar, lo que resulta en deterioro sensoriomotor en las extremidades inferiores. Estas dos etapas pueden estar separadas por varios años.

El deterioro sensorial temprano se manifiesta como dolor y alteración de la temperatura en los miembros superiores unilaterales, mientras que existe el tacto y el sentido de profundidad (sentido de posición y sentido de vibración), lo que se denomina trastorno sensorial disociativo. Los pacientes normalmente notan pérdida de la sensación de dolor y temperatura sólo en casos de quemaduras, cortes y heridas punzantes, y la enfermedad progresa. El rango de deterioro sensorial del dolor y la temperatura puede afectar las extremidades superiores bilaterales, el pecho y la espalda, e incluso la cara, y la afección continúa progresando, lo que resulta en un deterioro de las sensaciones tanto profundas como superficiales, que se manifiesta por la sensibilidad de la piel a la temperatura y el dolor.

Los trastornos del movimiento se caracterizan principalmente por atrofia y debilidad de los músculos cubitales de la mano y el antebrazo, bandas musculares, y se extienden gradualmente a otros músculos de las extremidades superiores y a los músculos de la cintura escapular. Puede ocurrir daño a la neurona motora superior debajo de la cavidad, manifestado por un aumento del tono muscular de las extremidades, reflejos tendinosos activos y marcha inestable.

Otras manifestaciones incluyen deformidad y atrofia articular, como manos en forma de garra; hinchazón de las articulaciones, atrofia ósea, descalcificación, desgaste y fricción (piel adherida por quemaduras en la zona donde desaparece el dolor); Úlceras sexuales y cicatrices; las lesiones cervicales y torácicas pueden manifestarse como disfunción de la sudoración, hipohidrosis, anhidrosis o hiperhidrosis, puede ocurrir disfunción urinaria y defecatoria;