Gruñidos estomacales, diarrea, pedos en el agua
En la vida diaria, muchas personas suelen tener gruñidos en el estómago, acompañados de frecuentes pedos. Esto es algo bastante vergonzoso, especialmente en público, que afecta gravemente la salud de una persona. Los pedos también se denominan "descarga de gases". Es un fenómeno fisiológico normal. Cuando las personas ingieren alimentos, debido a la acción de la flora normal en el tracto digestivo, se produce más gas.
Un desequilibrio de la flora intestinal también puede provocar pedos frecuentes y gruñidos estomacales. Algunas personas no prestan atención a la hora de comer, tienen una dieta desequilibrada, suelen ser quisquillosas con la comida o siempre les gusta ingerir algunos productos al comer. Comer demasiados alimentos que producen gases, como soja, pasta, etc., puede provocar un desequilibrio de la flora bacteriana. Una vez que la flora bacteriana está desequilibrada, se producirá una gran cantidad de gases en el cuerpo, lo que provocará gruñidos estomacales. pedos excesivos.
Los pedos frecuentes y los gruñidos estomacales también están relacionados con las emociones. Si una persona está demasiado estresada mentalmente durante mucho tiempo, afectará la digestión y provocará trastornos digestivos. Producen muchos gases, provocando pedos excesivos y gruñidos estomacales.
Si tu abdomen se resfría, fácilmente puede hacer que tu estómago gruñe o se tire pedos con frecuencia, lo cual es principalmente un fenómeno en el tracto gastrointestinal. En la vida diaria siempre hay que prestar atención a los cambios climáticos. Aunque la temperatura no baje, hay que mantenerse abrigado para evitar resfriarse en el abdomen.
Una vez que el abdomen se resfría, la motilidad gastrointestinal normal se verá afectada y el estómago naturalmente gruñirá o se tirará pedos con frecuencia. En casos graves, muchos pacientes incluso se acompañan de diarrea y dolor abdominal.
Las personas que tienen muchos pedos y el estómago gruñe deben prestar atención a su alimentación, deben llevar una dieta más ligera y comer menos alimentos picantes y difíciles de digerir. Mastique lenta y cuidadosamente al comer y hable menos mientras come.
Cuando sientas ganas de defecar, debes expulsar las heces a tiempo para evitar que las heces afecten a la salud intestinal. Además, también conviene realizar ejercicio moderado a diario, que puede favorecer la digestión, mejorar la función digestiva, ayudar a regular el equilibrio de la flora intestinal y aliviar los gruñidos estomacales y los pedos excesivos.