Tabúes para que los mayores duerman en verano

El sueño es un acontecimiento importante en la vida. La gente pasa al menos un tercio de su vida durmiendo. Para muchas personas mayores que valoran el sueño, la calidad del sueño está relacionada con la salud física. Entonces, ¿cuáles son los tabúes para que las personas mayores duerman en verano? Averigüemos.

Tabúes del sueño de verano para personas mayores 1. Gestionar el tiempo de sueño

Los días son largos y las noches cortas en verano, por lo que el tiempo de descanso de las personas mayores debe ajustarse en consecuencia. La mejor hora para que las personas mayores se vayan a la cama es entre las 22 y las 23 horas, y la mejor hora para levantarse es entre las 5:30 y las 6:30. Las personas mayores deben dormir al menos 6 horas al día y desarrollar el hábito de realizar una siesta científica. El tiempo no debe ser demasiado largo, lo mejor es 1-2 horas. Deben dormir entre 10 y 30 minutos después de las comidas.

2. Evite comer antes de acostarse.

Una vez que el anciano se duerme, el ritmo de algunas actividades físicas se ralentizará y la persona descansará. Si comes antes de acostarte, tu estómago e intestinos volverán a estar ocupados, aumentando su carga, y otras partes del cuerpo no descansarán bien, lo que no sólo afectará tu sueño, sino que también dañará tu salud. Al mismo tiempo, beber té y café fuertes antes de acostarse puede provocar fácilmente dificultades para conciliar el sueño y afectar el sueño normal de las personas mayores.

3. Evita resfriarte mientras duermes.

¿Como dice el refrán? ¿Caído como una flecha del viento en una noche de verano? Por ello, las personas mayores no deben dormir debajo de aires acondicionados y ventiladores, ni tampoco deben dormir en el suelo o al aire libre con corrientes de aire y mucho menos. En verano, muchas personas sufrirán diarrea y dolor abdominal debido al resfriado. Esto se debe principalmente a que la temperatura del cuerpo se ajusta a través de la piel de todo el cuerpo, especialmente las palmas de las manos y los dedos de los pies. Aunque la temperatura de la piel cambia constantemente, la temperatura de la piel del abdomen y el pecho humanos es casi constante. Por eso, aunque haga calor en verano, las personas mayores deben cubrirse el pecho y el abdomen con sábanas para evitar resfriarse y enfermarse.