Consulta sobre “tratamiento intervencionista” para el cáncer de hígado avanzado.
Las características del riego sanguíneo del cáncer de hígado determinan la eficacia del tratamiento intervencionista. En circunstancias normales, el hígado está irrigado por la arteria hepática y la vena porta, de las cuales la vena porta irriga entre el 75% y el 80% y la arteria hepática irriga entre el 20% y el 25%. El suministro de sangre del cáncer de hígado es exactamente lo contrario. Más del 90% al 95% de los cánceres de hígado son irrigados por la arteria hepática, con muy poco suministro de sangre por la vena porta. Esto aporta comodidad al tratamiento. Mediante la canulación de la arteria hepática, los medicamentos pueden ingresar directamente a los tejidos del cáncer de hígado, aumentar la concentración local del fármaco y destruir las células cancerosas. Además, algunas sustancias embólicas, como el lipiodol y la esponja de gelatina, también se utilizan para bloquear las arterias que suministran sangre al cáncer de hígado, interrumpir su función nutricional y causar necrosis del tejido tumoral, logrando así el objetivo del tratamiento.
La observación y atención de los pacientes tras el tratamiento intervencionista es un vínculo importante. La inmovilización unilateral de las extremidades inferiores se realiza durante 24 horas después de la cirugía y se prohíbe comer y beber durante 6 a 12 horas para facilitar la observación. Observe de cerca la respiración, la presión arterial, el pulso y otros cambios del paciente; si hay sangrado en la incisión; preste atención a la cantidad y el color de la orina para reponer líquidos y antibióticos para prevenir infecciones durante 3 a 5 días después de la cirugía. Debido a la quimioembolización, los pacientes pueden presentar náuseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre, etc., que deben tratarse a tiempo y mejorarán al cabo de 1 semana. Después de la cirugía, se revisó la función hepática, la función renal y la rutina sanguínea del paciente. Y preste atención a los cambios en varios indicadores y aborde activamente los problemas después de descubrirlos.
Aunque la cirugía y el tratamiento intervencionista son actualmente los principales tratamientos para el cáncer de hígado, el tratamiento integral es más importante. Por ejemplo, la quimioterapia intervencionista después de la cirugía de cáncer de hígado no sólo puede detectar lesiones residuales, sino también prevenir la recurrencia y metástasis posoperatorias. El cáncer de hígado se puede extirpar mediante una terapia intervencionista para reducir el tamaño del tumor. Además, la terapia intervencionista combinada con radioterapia, cuchillo X, cuchillo γ, cuchillo Haifu, radiofrecuencia de electrodos múltiples posicionada por computadora, etc., también desempeña un papel muy importante en el tratamiento del cáncer de hígado. También se están estudiando la terapia intervencionista, la hipertermia, la terapia electroquímica y la terapia guiada por isótopos para el cáncer de hígado. También se ha afirmado la terapia intervencionista más inmunoterapia y el tratamiento del cáncer de hígado con medicina tradicional china. En definitiva, el cáncer de hígado es un tratamiento integral basado en la cirugía y la intervención. Por lo tanto, los pacientes con cáncer de hígado deben ganar confianza y, si pueden, es mejor acudir a un hospital oncológico o al departamento de oncología de un hospital general para un examen, diagnóstico y tratamiento para obtener el mejor efecto del tratamiento. Información de red para referencia