¿Cómo curaste tu eczema?

? Si tienes eccema en la piel, puedes:

1. Freír los frijoles mungo en una sartén y molerlos hasta convertirlos en polvo. Mezcla el polvo con vinagre blanco y aplícalo en la zona afectada. Aplicar dos veces al día durante una semana para curar el problema subyacente. Durante el tratamiento, es mejor no tomar chiles ni granos de pimienta de Sichuan para evitar afectar el efecto curativo.

2. Prepare dátiles rojos y lentejas en una proporción de 1:3, luego coloque estos dos alimentos en una olla y cocínelos en papilla. Agregue una pequeña cantidad de azúcar de roca antes de comer. Se puede consumir como refrigerio en horarios habituales. No solo puede tratar el eccema, sino que también tiene efectos para el cuidado de la salud.

3. Poner las bolas de naftalina en un bol, luego verter media libra de vinagre maduro para remojar, sellar bien y sacarlas al cabo de tres días. Aplique vinagre en el área del eccema tres veces al día hasta que sane bien.

4. Pelar la culebra de agua y las vísceras, luego lavar y cortar en trozos, luego cocinar en agua hirviendo y quitarle los huesos, las garras, la cabeza y las vísceras del sapo, luego lavar y cortar; reservar en trozos pequeños; poner en la olla el arroz de serpiente, sapo y japónica y cocinar hasta que se convierta en papilla y agregar los condimentos. Se recomienda tomarlo una vez por la mañana y por la noche para obtener buenos resultados.

5. Utilice cebada y arroz japónica para cocinar gachas, luego agregue una pequeña cantidad de azúcar de roca y cómalas como refrigerio todos los días.

El eccema se caracteriza principalmente por un picor intenso y diversas formas de lesiones cutáneas, principalmente pequeñas pápulas, con tendencia a supurar, recaer y cronificarse fácilmente. Los pacientes con eczema pueden tener múltiples factores alérgicos, como pescado, camarones, carne de res y cordero, etc. Las alergias también pueden ser causadas por la inhalación de polen, ácaros del polvo, lana, plumas, etc. Padecer de colecistitis crónica, amigdalitis, gingivitis, enfermedades parasitarias intestinales, etc. El frío, el calor húmedo y la irritación por rascarse pueden convertirse en factores patógenos, por lo que debes prestarles más atención.