¿Cómo nació el transbordador espacial?

El uso de un vehículo de lanzamiento para lanzar una nave espacial tripulada es un uso único y muy antieconómico. Cómo reutilizarlos es un desarrollo lógico inevitable.

Inspirados por la exitosa implementación del programa de alunizaje tripulado Apolo, Estados Unidos también invirtió con entusiasmo en el desarrollo de un sistema de transporte espacial reutilizable como sistema de transporte de ida y vuelta para la estación espacial Skylab, y nombró eso " SpaceShuttle", es decir, "transbordador espacial". Qian Xuesen, un famoso científico chino, lo tradujo como "transbordador espacial" basándose en la definición de "vuelo espacial".

La idea de un transbordador espacial era maravillosa, pero muy difícil de implementar. Los estadounidenses han imaginado muchos planes, pero es difícil alcanzar la perfección esperada. Para despegar desde el suelo lo mejor es aprovechar al máximo la aerodinámica como un avión, por lo que debes tener alas y despegar en horizontal. Así que una de las primeras ideas fue un avión pesado, más grande que el bombardero gigante B-52. Debido a que debe tener suficiente propulsor para acelerar a la velocidad del universo, el enorme combustible sustentará su cuerpo. Es demasiado difícil dejar que un gigante así vuele a la órbita espacial.

Más tarde se puso en marcha un plan para dividir un enorme avión en dos partes para que la más grande pudiera transportar a la más pequeña. Un gran avión vuela a través de la atmósfera terrestre. Sólo puede transportar combustible y quemarlo con oxígeno en el aire, por lo que su peso puede reducirse considerablemente. Después de alcanzar cierta velocidad, el pequeño avión enciende su motor cohete y entra en órbita, por eso se le llama "orbitador". Sin embargo, la capacidad de carga del orbitador es limitada.

En 1971, la American Rockwell Company lanzó un nuevo plan en dos etapas para alargar y ampliar el orbitador. Esta solución es técnicamente difícil y costosa de implementar. En 1972, la American Grumman Corporation propuso un nuevo plan, abandonando la idea de toda reutilización, colocando el propulsor más grande utilizado durante el despegue en un tanque de combustible externo y desechándolo después de su uso. Al mismo tiempo, se instalan dos cohetes sólidos más para ayudar a despegar y separarse después de completar la misión. Eso sí, en este caso es necesario lanzar en vertical. Esta solución era de bajo coste y, tras mejorarla, se convirtió en el transbordador espacial actual.

Aunque se reutiliza parcialmente, todavía es técnicamente difícil de desarrollar. El transbordador espacial no apareció hasta el accidente del "Skylab" en julio de 1979. El 12 de abril de 1981, el transbordador espacial realizó con éxito su primer vuelo de prueba orbital.