El origen de las agallas
Las agallas son partes de árboles u otras plantas hinchadas o con un desarrollo anormal. Pueden aparecer agallas en las hojas, la corteza, los troncos y las raíces. Muchas agallas pueden provocar la muerte de las plantas al bloquear su capacidad para absorber agua y nutrientes. Las agallas pueden variar en tamaño, desde pequeñas, aproximadamente del tamaño de un pequeño bulto, hasta más grandes que una pelota de béisbol. Algunas agallas son duras, otras blandas, algunas tienen una superficie escamosa y algunas incluso son peludas. La estructura del tejido interno de las diferentes agallas es muy diferente. Algunas son resinosas, otras son corchosas y coriáceas y otras están densamente empaquetadas como telas de araña.
Las agallas suelen ser causadas por parásitos como hongos, bacterias e insectos y, en ocasiones, se desarrollan donde se cruzan las ramas. La mayoría de las agallas son causadas por insectos, como las avispas y las moscas de las agallas, que comen la corteza y las hojas, dejando agujeros y luego poniendo huevos en estas heridas. De esta forma se forman las larvas que crecen en el interior del cuerpo biliar. Cada insecto formador de agallas pone sus huevos en el mismo lugar cada vez en algún tipo de planta. Por ejemplo, los insectos formadores de agallas que crecen en la vara de oro se distribuyen principalmente en el tallo principal, mientras que los que crecen en el sauce se distribuyen principalmente en hojas y yemas.