Cómo extraer aceite de menta de las hojas de menta: descripción detallada de los pasos
1. Lavar y secar la menta.
1. Recoger suficientes hojas de menta para producir la cantidad necesaria de aceite. Lo ideal es recoger la menta fresca del jardín o similar. Si esa no es una opción, está perfectamente bien comprar una bolsa o dos en la tienda.
Utilice únicamente hojas anchas y verdes. Quitar los tallos de una planta de menta puede provocar su muerte.
A diferencia de otro tipo de aceites esenciales, el aceite de menta es técnicamente una infusión. Esto significa que la cantidad de aceite portador que uses para remojar las hojas determinará la cantidad que obtendrás al final.
Consejo: si estás recogiendo tu propia menta, el mejor momento para recoger las hojas es antes de que empiecen a florecer. Aquí es cuando son más efectivos.
2. Lavar bien la menta con agua limpia y fría. Coloque las hojas en un colador o colador de malla y enjuáguelas con agua para eliminar el polvo, la suciedad y los escombros. Para una limpieza más profunda, también puedes remojar la menta en un recipiente poco profundo durante 5 a 10 minutos.
Inspecciona las hojas de menta mientras las limpias y desecha las que parezcan enfermas, dañadas o descoloridas.
Una buena limpieza inicial de la menta ayudará a garantizar que no haya materiales extraños en el aceite refinado.
3. Deja que las hojas de menta se sequen por completo. Agite suavemente las hojas para eliminar el exceso de humedad y luego colóquelas en una sola capa sobre una encimera, tabla de cortar o superficie similar. Si es necesario, alise las hojas con las yemas de los dedos para evitar que se doblen o doblen mientras se secan.
También puedes colocar las hojas de menta aún húmedas sobre una capa de toallas limpias o toallas de papel dobladas para absorber más humedad.
Tus hojas de menta deben estar completamente secas antes de comenzar a extraer el aceite.
En segundo lugar, haz aceite esencial
1. Utiliza un objeto pesado y contundente para remover suavemente las hojas de menta. Presione las hojas contra una superficie dura y sólida usando un mortero, un mazo o el dorso de una cuchara. Mueva su utensilio con movimientos leves y aplique una presión suave y uniforme.
Si lo prefieres, puedes simplemente rasgar y exprimir las hojas de menta con las manos.
La perturbación hace que la planta libere sus aceites naturales, que es uno de los pasos más importantes para elaborar una variedad de aceites esenciales en casa.
Ten cuidado de no triturar demasiado las hojas, ya que esto hará que queden más amargas y más difíciles de apretar después. Sólo quieres desbloquear su esencia aromática, no destruirlas.
2. Pasar las hojas trituradas a un tarro o recipiente similar. Recoge las hojas y colócalas en el fondo del recipiente. Agrega tantas hojas como sea posible al recipiente, pero asegúrate de dejar suficiente espacio en la parte superior para que su contenido pueda moverse ligeramente.
Es importante elegir un recipiente con tapa, ya que la exposición al aire puede hacer que los aceites vegetales se pongan rancios.
Los recipientes hechos de vidrio o cerámica funcionan mejor porque no tienes que preocuparte por contaminar el aceite como lo harías con el plástico o el metal.
3. Cubra las hojas con aceite portador suave e inodoro. Vierta suficiente aceite para sumergir completamente la menta. Una vez hecho esto, agite el frasco para hacer girar las hojas y ayudarlas a incorporarse mejor al aceite portador.
Recuerde que una proporción demasiado alta de aceite portador y menta reducirá la concentración del aceite refinado.
Consejo: Los aceites de oliva, semilla de uva, almendras y germen de trigo son aceites suaves, perfectos para preparar aceites esenciales en casa.
4. Coloca el frasco en un lugar cálido y oscuro durante 24-48 horas. Sella el frasco y colócalo en un rincón de la cocina, despensa, baño o entrada. Se puede utilizar en cualquier lugar siempre que no haga demasiado calor ni demasiado frío. Por este motivo, también es una buena idea mantener los aceites alejados de la luz solar directa.
Si vives en un clima frío, coloca los tarros cerca de una fuente de calor o en un armario calentador para mantener las temperaturas óptimas.
Las temperaturas más cálidas hacen que se escape más aceite de las hojas de menta.
En tercer lugar, filtrar y concentrar el aceite.
1. Cuela el aceite infundido a través de un trozo de estopilla. Después de remojar la menta durante la noche, retira la tapa del frasco y cubre la abertura con una gasa. Inclina el frasco sobre el segundo recipiente y deja que el aceite se escurra a través de la estopilla. Luego, use sus manos para eliminar la mayor cantidad posible de restos de hojas sueltas.
El queso o la muselina proporcionarán la mejor tensión. Es posible que otros tipos de filtros de bricolaje, como toallas de papel y filtros de café, no funcionen tan bien debido al espesor del aceite.
Estirar la banda elástica alrededor de la boca del frasco ayudará a mantener la mezclilla en su lugar mientras trabajas.
Advertencia: Dejar pequeñas cantidades de material vegetal en el aceite de menta puede hacer que se vuelva rancio más rápido.
2. Triturar una nueva tanda de hojas de menta y añadirlas al aceite. Prepare el segundo manojo de hojas de la misma manera que el primer manojo de hojas, usando suficiente presión para romper la superficie exterior y liberar el aceite del interior. Evite triturar o romper las hojas en trozos demasiado pequeños.
3. Continuar remojando y filtrando para aumentar la eficacia del aceite. Repite los pasos iniciales tantas veces como sea necesario hasta que el aceite alcance la consistencia deseada. Por lo general, esto demora entre 2 y 3 días, pero puede continuar agregando hojas nuevas hasta por una semana.
Con cada remojo y colado, notarás que el aceite de menta se vuelve cada vez más oscuro y emite una fragancia más fuerte.
Después de aproximadamente una semana, es posible que no notes mucha diferencia en la concentración de aceite.
4. Sella el frasco y guarda el aceite de menta durante 3-6 meses. Una vez sellado, el frasco ayudará a mantener el aceite fresco hasta que esté listo para usarlo. Para maximizar la vida útil de su aceite, guárdelo en un lugar fresco a temperatura ambiente o justo por debajo de la temperatura ambiente, y asegúrese de volver a sellar la botella de aceite inmediatamente después de cada uso.
La vida útil del aceite de menta casero puede variar según la cantidad exacta producida y la cantidad de material vegetal que queda.
Si notas que el aceite de menta tiene un color u olor extraño después de unos meses, lo mejor es tirarlo y hacer una nueva tanda.