Puntos clave del desbridamiento oral y maxilofacial.

Si el estado general del paciente es bueno o su estado es estable después del tratamiento. En este momento, las heridas orales y maxilofaciales deben tratarse lo antes posible. El tratamiento quirúrgico temprano es la clave para prevenir infecciones y promover la curación temprana de las heridas. Debido al rico suministro de sangre de la región oral y maxilofacial y sus fuertes capacidades antiinfecciosas y de reparación, el límite de tiempo para el desbridamiento inicial y la sutura es más amplio que el de otras partes. Las heridas 48 horas o incluso unos días después de la lesión se pueden suturar después del desbridamiento, siempre que no haya una infección purulenta evidente.

Limpie la herida a fondo durante la operación e intente eliminar todas las bacterias, cuerpos extraños, fragmentos de tejido y otras materias extrañas de la herida tanto como sea posible. Después de limpiar la herida, generalmente sólo es necesario recortar ligeramente los bordes dañados de la herida sin sacrificar demasiado tejido. Se debe conservar el tejido sospechoso o grandes trozos de tejido libre con sólo unos pocos pedículos conectados. Después de limpiar y remojar en una solución antibiótica, se pueden suturar pequeños trozos de tejido libre en su lugar. Para áreas grandes de tejido libre, se deben liberar los vasos sanguíneos y se debe realizar una anastomosis vascular. Durante la operación también se debe prestar atención a si hay lesiones en los tejidos profundos, como nervios, vasos sanguíneos, glándulas parótidas, conductos, etc., y si hay conexiones con los tractos sinusales adyacentes, como el seno maxilar, nasal. cavidad, cavidad faríngea, etc. Si es así, trátelo en consecuencia.

A la hora de suturar, es necesario minimizar el trauma, prestar atención a la alineación del tejido y suturar en capas. Para evitar cicatrices excesivas y deformidades.