Cómo utilizar y conservar el polen de abeja
Hay dos formas más comunes de utilizar el polen de abeja. Una es tomarlo directamente con agua tibia. Puede moler el polen de abeja hasta convertirlo en polvo, prepararlo con agua tibia y combinarlo para lograr resultados satisfactorios. La otra es comer polen de abeja mezclado con miel, pero la miel no se puede comer con el estómago vacío.
A la hora de tomar polen de abeja hay que controlar la dosis y no se puede tomar con agua hervida. Si la temperatura es alta, las enzimas activas, aminoácidos, vitaminas, etc. del polen de miel se destruirán y se reducirá la eficacia. Además, existen riesgos en las mujeres embarazadas que comen polen de abeja, y no se recomienda que las mujeres embarazadas coman polen de abeja.
El polen de abeja debe almacenarse en un lugar seco y fresco, alejado de altas temperaturas o luz solar, de lo contrario destruirá la calidad del polen de abeja y reducirá su contenido nutricional. Al mismo tiempo, el polen de abeja sellado se puede almacenar en cámaras frigoríficas y la temperatura de almacenamiento generalmente está entre -65438 ± 0 ℃ y -5 ℃. Tenga en cuenta que el polen de abeja debe consumirse en el menor tiempo posible después de su apertura. Si se deja durante mucho tiempo, el producto se deteriorará fácilmente y el polen de abeja deteriorado ya no se podrá comer.