¿Quién es propenso a la atrofia óptica?

1. Enfermedades intracraneales: incluyen principalmente infarto cerebral, inflamación cerebral y tumores malignos cerebrales. El infarto de los vasos sanguíneos impide que los nutrientes lleguen a áreas designadas; los tumores en el cerebro comprimen los nervios, etc., lo que puede causar atrofia del nervio óptico.

2. Enfermedades oculares: como degeneración macular, retinopatía, glaucoma, cataratas, etc. La mayoría de las personas mayores padecen arteriosclerosis. Si los vasos sanguíneos que controlan el nervio óptico se endurecen, el suministro de nutrientes a los ojos también se verá afectado. Si las cosas siguen así, se producirá atrofia del nervio óptico.

3. Enfermedades del sistema nervioso: Enfermedades desmielinizantes seniles, neuropatía periférica, esclerosis múltiple, neuritis óptica, etc. pueden ser los factores desencadenantes de la atrofia óptica.

4. Traumatismo: Si por desgracia se produce un traumatismo, especialmente un traumatismo cerebral, puede comprimir el nervio óptico y provocar atrofia del nervio óptico.

5. Enfermedades metabólicas: Si el paciente tiene enfermedades metabólicas de larga duración como diabetes, las complicaciones pueden provocar atrofia óptica.