¿Quién es propenso a la atrofia óptica?
2. Enfermedades oculares: como degeneración macular, retinopatía, glaucoma, cataratas, etc. La mayoría de las personas mayores padecen arteriosclerosis. Si los vasos sanguíneos que controlan el nervio óptico se endurecen, el suministro de nutrientes a los ojos también se verá afectado. Si las cosas siguen así, se producirá atrofia del nervio óptico.
3. Enfermedades del sistema nervioso: Enfermedades desmielinizantes seniles, neuropatía periférica, esclerosis múltiple, neuritis óptica, etc. pueden ser los factores desencadenantes de la atrofia óptica.
4. Traumatismo: Si por desgracia se produce un traumatismo, especialmente un traumatismo cerebral, puede comprimir el nervio óptico y provocar atrofia del nervio óptico.
5. Enfermedades metabólicas: Si el paciente tiene enfermedades metabólicas de larga duración como diabetes, las complicaciones pueden provocar atrofia óptica.