El desarrollo de la inteligencia artificial está en pleno apogeo, pero ¿por qué los emprendedores no pueden tener su propia incubadora?
Emprendedor de Inteligencia Artificial: No puedes darme lo que quiero.
En primer lugar, echemos un vistazo a qué tipo de necesidades tienen las empresas de inteligencia artificial en materia de incubadoras.
En primer lugar, naturalmente es lo mismo que en otras industrias: espacio de oficinas, finanzas, agencia legal, lo mejor es tener reuniones periódicas para compartir y presentaciones itinerantes.
Otras son muchas necesidades especiales. Por ejemplo, toda nueva empresa necesita reducir costes. Las empresas comunes de Internet pueden estar más preocupadas por costos como el alquiler, la mano de obra y el marketing. Es probable que las cargas más pesadas para los proyectos de IA sean los costos de hardware y de datos. Por ejemplo, construir varias estaciones de trabajo adecuadas para el aprendizaje automático, una base de datos paga que favorezca el desarrollo, etc. Por ejemplo, la cooperación mediática solía ser una incubadora propiedad de un capital que posee una gran cantidad de medios. Cuando un proyecto entra en una incubadora, es como adorar una montaña y luego ser “acelerado” por la publicidad de los medios. Cuando es reemplazado por proyectos de inteligencia artificial, no hay muchos medios verticales que lo igualen, y hay aún menos cooperación con las incubadoras. Los costos de comunicación entre los proyectos y los medios son extremadamente altos. Las incubadoras no sólo no ayudan a los equipos a descifrar la tecnología, sino que también corren el riesgo de acabar con proyectos con medios antiguos.
Más importante aún, frente a las tecnologías emergentes, la propia incubadora no sabe cuáles son las actividades necesarias de la incubadora, como mentores empresariales y comunicación regular, y no puede brindar más orientación. Al fin y al cabo, las incubadoras deberían trabajar juntas como profesores. Si el profesor de este proyecto no tiene experiencia y el nivel académico es peor que el de los estudiantes, no es factible sin fondos y laboratorios del proyecto.
Al final, la situación se convirtió en la actual: se cosecharon talentos de vanguardia y se distribuyeron entre BAT y el diseño de capital, incapaces de formar una relación coincidente y mutuamente beneficiosa con las incubadoras. El umbral para que los talentos no recortados inicien un emprendimiento de inteligencia artificial es demasiado alto. Para ellos, las incubadoras no pueden proporcionar orientación técnica ni otro tipo de asistencia crítica.