La esperanza de vida de las personas varía. Las personas sanas pueden morir repentinamente, pero las personas enfermas pueden vivir hasta los 100 años. ¿Cómo explicar esto?
1. Las personas sanas y las personas a las que les gusta estar enfermas tienen diferentes percepciones de la salud y diferentes niveles de preocupación. Tengo un amigo que siempre ha gozado de buena salud y rara vez se resfría. Es una persona tan sana que cada uno de nosotros cree que vivirá una larga vida. Sin embargo, a los cuarenta años, murió repentinamente. ¿Da miedo? Algunas enfermedades son repentinas e impredecibles y todos esperan vivir más. Sin embargo, es precisamente porque tenemos demasiada confianza en nuestra salud en la vida diaria que no prestamos atención a nuestra propia salud. Pero es diferente para las personas que están enfermas. Siempre están enfermos durante la jornada laboral. Tienen un resfriado hoy y tos mañana, por eso se toman su salud muy en serio. Es precisamente por tus diferentes niveles de atención a la salud lo que determina cuánto tiempo vives. La vida y la salud son inversiones.
2. Las personas sanas no se preocupan por su salud cuando llega la enfermedad. La gente suele decir que goza de buena salud y que no necesita inyecciones ni medicamentos. Alguien dijo, mira mi figura, la mayoría de los jóvenes no se pueden comparar conmigo, pero al día siguiente, de repente sufrió un infarto cerebral. Es porque está tan seguro de su salud que no le importa en absoluto cuando de repente llega una enfermedad. Las personas con enfermedades físicas siempre mantienen una mentalidad muy saludable. Las personas sanas empiezan a trabajar, trabajan horas extras y se quedan despiertas hasta tarde porque siempre están demasiado sanas. Hoy en día, muchas personas mueren repentinamente debido a muerte súbita cardíaca, hemorragia cerebral o muerte súbita, porque descuidan demasiado su salud. Miremos a los que están enfermos. Pueden vivir hasta los 100 años. A menudo, tienen más miedo que nadie. Como estoy en tan mal estado, podría morir mañana. Como resultado, aquellos que claman por morir viven mucho tiempo. Esto se debe a que siempre sienten que sus cuerpos son muy delicados y tomarán medicamentos e inyecciones si sienten un poco de dolor, por lo que al final viven una larga vida.
Tanto las personas sanas como las enfermas deben prestar atención a su salud. Sólo así podremos alcanzar plenamente la longevidad que deseamos.