¿Qué factores están relacionados con el retraso mental de los estudiantes de secundaria?
(1)Factores genéticos inherentes.
Anomalías cromosómicas. Incluye principalmente anomalías en el número o la estructura de los cromosomas, como el síndrome de Down.
Herencia de genes dominantes especiales. Padres con determinadas características, como ápex, sindactilia, neurofibromatosis, esclerosis tuberosa, etc. , puede causar retraso mental en los niños.
Herencia recesiva. Los ejemplos incluyen diversos trastornos metabólicos: trastornos del metabolismo de carbohidratos, proteínas, aminoácidos, almacenamiento de lípidos y mucopolisacáridos. La fenilalaninuria es la forma más común de retraso mental. Esto se debe a la falta de fenilfenona hidroxilasa, que no puede hidroxilar la fenilalanina en tirosina, lo que provoca una gran acumulación de fenilalanina en la sangre y el líquido cefalorraquídeo, lo que afecta el desarrollo del sistema nervioso central. el sistema nervioso puede provocar retraso mental, así como galactosemia, homocistinuria, etc., que también pueden provocar retraso mental.
(2) Factores ambientales
El embarazo de la madre se ve afectado por factores nocivos del medio ambiente, como radiación, fármacos y virus, que interfieren en el proceso de desarrollo embrionario. Si se daña el desarrollo del sistema nervioso central del feto, puede producirse retraso mental.
Virus y otras infecciones. Se ha confirmado que la rubéola se infecta al principio del embarazo y los bebés de entre 15 y 20 años nacen con malformaciones congénitas. Las malformaciones comunes incluyen cataratas, sordera y microcefalia. Además, la infección por citomegalovirus al final del embarazo puede causar retraso mental, con una tasa de incidencia de aproximadamente 1/3.000. Se observa comúnmente en microcefalia e hidrocefalia, así como en epilepsia.
Drogas y sustancias tóxicas. Ciertos medicamentos tomados por mujeres embarazadas en ocasiones pueden provocar malformaciones fetales. En general, se cree que los primeros tres meses de embarazo tienen el mayor impacto y que es más seguro después de los cuatro meses. Se ha descubierto que el ácido salicílico, el diazepam, la miritona, la fentanina, el droperidol, los fármacos antiepilépticos y los fármacos antineoplásicos tienen efectos teratogénicos.
Tabaco y alcohol. Las sustancias tóxicas del tabaco y el alcohol pueden envenenar al feto a través de la placenta, provocando parto prematuro y retraso mental.
Contaminación química ambiental. Con el desarrollo del transporte industrial, la contaminación ambiental se ha vuelto cada vez más grave. Por ejemplo, el envenenamiento por mercurio orgánico y plomo en mujeres embarazadas afectará el desarrollo intelectual del feto en diversos grados.
El período más sensible para la irradiación de embriones con rayos X es desde el óvulo fertilizado hasta la etapa de escisión, especialmente dentro de los tres meses posteriores al embarazo. La radiación puede romper el ADN, dañar el desarrollo de la placenta, afectar el desarrollo del sistema nervioso central y provocar retraso mental.
Las mujeres embarazadas están desnutridas. Salud de la mujer embarazada. Si las mujeres embarazadas padecen hipertensión arterial, diabetes, diversas enfermedades cardíacas, enfermedades renales, anemia grave, infecciones pulmonares agudas y crónicas, amenaza de aborto, etc. , puede causar isquemia e hipoxia durante el desarrollo fetal y, en casos graves, puede afectar el desarrollo del cerebro fetal.
Daño mecánico al cerebro. El daño cerebral fetal causado por un parto anormal, como fórceps y aspiración fetal, está estrechamente relacionado con el grado de daño.
Otros factores. Sufrimiento fetal, asfixia, etc. , y se enrolla el cordón umbilical alrededor del cuello, se anuda, se enrolla, etc. , puede causar hipoxia fetal o neonatal.
Factores emocionales. Las emociones negativas de la mujer embarazada repercuten en el desarrollo normal del feto. Como la muerte de un familiar durante el embarazo, discordia entre marido y mujer, revés profesional, etc.
Diversos factores nocivos en el crecimiento y desarrollo infantil.
Diversas infecciones del sistema nervioso central, como meningitis purulenta, encefalitis japonesa, meningitis tuberculosa, etc.
Conmociones cerebrales graves y lesiones cerebrales.
Hipoxia cerebral producida por diversos motivos. Entre 0 y 3 años es un período de rápido desarrollo del sistema nervioso central. Las convulsiones infantiles, sea cual sea la causa, si duran más de 30 minutos, provocarán isquemia neuronal y lesiones hipóxicas y retraso mental.
Kernicterus, etc. La elevación patológica indirecta de la bilirrubina causada por diversas causas puede provocar retraso mental.
Factores psicosociales adversos adquiridos. Como falta de educación temprana; ambiente familiar deficiente, padres divorciados; educación familiar deficiente, etc.
Los resultados de la encuesta nacional muestran que entre los factores prenatales, las enfermedades genéticas representan la mayor proporción tanto en las zonas urbanas como en las rurales, y el retraso del crecimiento intrauterino es más común en las zonas rurales. Los factores perinatales más comunes son el traumatismo del parto, la asfixia y la hemorragia intracraneal.
Las causas después del nacimiento son principalmente enfermedades adquiridas, como encefalopatía, meningitis, intoxicaciones diversas, desnutrición, daños cerebrales tras convulsiones, así como atraso social y cultural, daños psicológicos, etc. Además, algunos factores biomédicos de los padres también están relacionados con la prevalencia del retraso mental en los niños, entre los cuales el historial reproductivo anormal de la madre es un factor de riesgo obvio. Los niños cuyas madres beben o fuman, o cuya edad al nacer es mayor de 35 años, tienen una mayor prevalencia de retraso mental que los niños que no tienen esos hábitos.
Así, el retraso mental es una manifestación de una disfunción cerebral durante el desarrollo provocada por factores biopsicosociales. Comprender y reconocer estos factores dañinos puede ayudar a evitar o reducir sus efectos dañinos, lograr la eugenesia y una buena educación, y permitir que los niños crezcan saludablemente.