Red de conocimientos sobre prescripción popular - Atención médica de la medicina tradicional china - Mi cara es un poco grande. Quiero hacerme una cirugía plástica. ¿Cuánto cuesta moler mis huesos? ¿Existen salvaguardias?

Mi cara es un poco grande. Quiero hacerme una cirugía plástica. ¿Cuánto cuesta moler mis huesos? ¿Existen salvaguardias?

Hay muchas razones por las que tu cara es demasiado grande. Si hay demasiada grasa, se puede realizar una liposucción. Si el músculo masetero es demasiado grande, se le puede aplicar una aguja de estiramiento facial; si el hueso es demasiado grande, solo se puede realizar una cirugía de pulido óseo. Sin embargo, la cirugía de trituración de huesos es una cirugía plástica de nivel 4, por lo que se recomienda elegir el hospital y el médico con cuidado. Puedes aprender más sobre Roy.

En la superficie, Beethoven estaba radiante y ganó innumerables flores y aplausos, pero detrás de esta hermosa apariencia, había muchas sonrisas y lágrimas desconocidas.

Desde el principio, el destino le jugó una mala pasada a Beethoven en todos los aspectos. Una educación trágica y un amor infeliz trajeron alegría a la ciudad, pero era hostil a Viena... y el carácter directo, arrogante y rebelde de Beethoven también hizo que la gente lo malinterpretara.

El amor por la música y el mundo apoyó a Beethoven en su tenaz lucha contra el destino y escribió muchas obras maestras inmortales.

Pero el destino una vez más le deparó un rayo inesperado. Mientras se concentraba en su creación, el destino le fue quitando la audición poco a poco.

Se puede decir que ser sordo de ambos oídos es un golpe fatal para un músico, porque ya no puede nadar en el océano del sonido.

No es que no hubiera desesperación ni lucha, pero su obsesión por la música hizo que Beethoven sostuviera un fino tubo en su boca, y el otro extremo sintiera la vibración cuando sonaba el piano. Este método asombroso permitió a Beethoven persistir en la creación, y al final de su vida escribió la "Oda a la alegría", de amplia circulación.

El mundo sólo le daba dolor, pero él compartía la felicidad con el mundo.

Beethoven, que no se rindió ante el dolor, compartió con el mundo música y alegría inmortales, además de perseverancia y coraje.