La aspirina puede prevenir la formación de coágulos sanguíneos. Mucha gente piensa que no puede dejar de tomarlo. ¿En qué momento tienen que dejar de tomarlo?
La aspirina no sólo puede combatir la inflamación y el reumatismo, sino también prevenir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
La aterosclerosis es la principal base patológica de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La aterosclerosis de la pared arterial puede provocar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, que ocurren principalmente durante el desarrollo de la aterosclerosis, incluido el desprendimiento de las paredes arteriales enfermas y las placas ateroscleróticas, la ruptura de la placa, la acumulación de sustancias de coagulación y la causa de la trombosis. En lugares estrechos, el tratamiento médico está congestionado. Si ocurre en las arterias coronarias, es infarto de miocardio. Si ocurre en las arterias cerebrales, es infarto cerebral.
La aspirina no sólo tiene efectos analgésicos, antiinflamatorios, antipiréticos, antiinflamatorios y antirreumáticos, sino que también puede inhibir eficazmente la agregación plaquetaria. Debido a este efecto, muchas personas mayores toman aspirina en dosis bajas durante mucho tiempo para prevenir la agregación plaquetaria y las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Si tomas aspirina para combatir las plaquetas, ¿realmente puedes dejar de tomarla?
No se puede dejar de tomar ningún medicamento. La razón por la que tomamos aspirina en dosis bajas a largo plazo es porque queremos lograr mejores beneficios para la salud. Sin embargo, el riesgo de la medicación es alto y es perjudicial para la salud y debe reducirse o suspenderse. Sin embargo, la dosis debe reducirse o suspenderse bajo la supervisión de un médico.
Algunas personas dicen que tomar aspirina durante mucho tiempo hará que el cuerpo se sienta incómodo y se recuperará después de suspender el medicamento. Pero, de hecho, la aspirina se ha utilizado para prevenir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares durante décadas. A lo largo de las décadas, no ha habido datos que demuestren que suspender la aspirina provoque que las plaquetas se aglutinen, lo que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos. No hay reacción de abstinencia al suspender la aspirina.
En ocasiones se puede suspender la aspirina, un medicamento preventivo primario.
A través de la intervención en la vida diaria, el nivel de evaluación del riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares se puede reducir de alto a medio a bajo sin tomar aspirina. Para los jóvenes, menores de 40 años o mayores, no se recomienda la aspirina como prevención. Los pacientes con hipertensión deben controlar su presión arterial. En el caso de hipertensión no se recomienda el uso de anticoagulantes como autoprevención. Cuando se producen trastornos de la coagulación y trombocitopenia, no se puede tomar aspirina como tratamiento de rehabilitación. Cuando sea mayor, podrá realizarse un examen físico para ver si tiene un trastorno de la coagulación. La aspirina no es adecuada como antiplaquetario si hay trastornos de la coagulación y trombocitopenia. Si hay placa arterial, se debe realizar bajo la supervisión de un médico.