Evaluación social de las tangas anticonceptivas
Los condones tradicionales suelen ser criticados por hombres y mujeres jóvenes debido a su pequeña área de contacto y su fácil deslizamiento. Este tanga anticonceptivo soluciona muy bien este problema. El tanga tipo bolsa desmontable es muy cómodo de usar. Su principio de uso se basa en el principio de adsorción al vacío. Hay una pequeña microcápsula antideslizante en el medio del cuerpo del condón, que puede almacenar el reflujo del semen producido. Durante las relaciones sexuales evita al máximo el deslizamiento del condón, lo que no solo reduce en gran medida la propagación de enfermedades, sino que también evita la vergonzosa escena del deslizamiento del condón.
Cada año se producen en el mundo 15 mil millones de condones, que son utilizados por unos 750 millones de personas. Los condones existen desde hace unos 400 años y ha habido muy pocas innovaciones tecnológicas en los últimos 50 años, ya sea desde la perspectiva de reducir el riesgo de embarazos no deseados o desde la perspectiva de prevenir el SIDA u otras enfermedades de transmisión sexual, este nuevo producto. generará beneficios para la salud humana mundial. Este concepto de tanga anticonceptivo inventado por estudiantes universitarios ha atraído una amplia atención del mundo exterior desde su lanzamiento. Este producto anticonceptivo llamado tanga anticonceptiva utiliza un lubricante soluble en agua formulado con hierbas medicinales chinas, que es muy consistente con el valor del pH de la vagina femenina, lo que reduce más o menos el daño a la salud de la mujer. El condón en forma de T minimiza la superficie de contacto, lo que hace que este nuevo producto anticonceptivo sea ideal para trabajadoras sexuales.
Las ideas de varios estudiantes universitarios son encomiables, pero la viabilidad de este tipo de tanga anticonceptivo no es alta. Los clientes de las trabajadoras sexuales pueden negarse a usar estos pantalones, y los clientes también pueden rechazar a las trabajadoras sexuales. ellos mismos para usarlos. Algunos estudiantes universitarios que no tenían experiencia en el mundo no entendían el campo de las trabajadoras sexuales, ni entendían las expectativas de la gente sobre la vida sexual. Naturalmente, ningún fabricante estaba dispuesto a correr el riesgo de producir sus tangas anticonceptivas.