¿Cuáles son los beneficios del ayuno intermitente? ¿Cuánto tiempo tardará?
El ayuno intermitente generalmente se divide en dos categorías: alimentación diaria limitada, que acorta el tiempo de comida a menos de 6 a 8 horas al día, y el llamado ayuno intermitente 5:2, que significa comer sólo una pequeña cantidad dos días a la semana.
Una serie de estudios en animales y humanos han demostrado que alternar el ayuno y la alimentación puede promover la salud celular, posiblemente desencadenando mecanismos de transformación metabólica cuando los alimentos escasean. Esta conversión ocurre cuando las células consumen combustibles almacenados a base de azúcar (que están rápidamente disponibles) y comienzan a convertir la grasa en energía en un proceso metabólico más lento.
En 2014, Valter Longo, director del Departamento de Antienvejecimiento de la Universidad del Sur de California (USC), pidió a ratones experimentales y a pacientes con cáncer que ayunaran durante cuatro días. Durante el ayuno, ratones y pacientes con cáncer descartaron células sanguíneas viejas, lo que sugiere que una vez que ayunaban, sus cuerpos producían nuevas células para reemplazar las viejas, regenerando efectivamente sus sistemas inmunológicos.
Los hallazgos de Longo lo llevaron a concluir que el ayuno prolongado podría reducir los efectos secundarios graves de la quimioterapia en pacientes con cáncer (de hecho, algunos pacientes han comenzado a probar la terapia ellos mismos para ayudarlos a combatir el cáncer). Incluso mejorar la inmunidad en personas sanas.
Un estudio de 2015 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale demostró además que tanto la dieta como el ayuno pueden producir un compuesto que protege contra las proteínas asociadas con enfermedades inflamatorias como la diabetes y la aterosclerosis. El estudio evaluó células inmunes humanas y de ratón.
Para las personas sanas, el ayuno intermitente es relativamente seguro y tan eficaz como una dieta muy baja en carbohidratos para fomentar la pérdida de peso.
Sin embargo, existen algunas excepciones. No debe ayunar si su sistema inmunológico está comprometido o su función hepática o renal está comprometida. Si tienes un estilo de vida activo, no hagas ejercicio después de ayunar durante un día completo. Esto puede provocar una pérdida de sodio y potasio en el cuerpo. Estos dos importantes electrolitos son esenciales para el funcionamiento de los riñones, el corazón y los músculos. Las náuseas, la sensación de debilidad y los calambres musculares son signos de que sus electrolitos están bajos y que puede haber algún problema con su cuerpo. Reducir significativamente la ingesta calórica durante el ejercicio también puede reducir el metabolismo general.