¿Cuáles son las causas de las várices esofágicas? ¿Cómo afrontarlo?
Existen varias causas de cirrosis hepática, entre las que las más comunes son la hepatitis viral, la hepatitis B crónica o la hepatitis C que evolucionan lentamente hacia la cirrosis. Otra razón muy importante es que la incidencia de cirrosis alcohólica en mi país aumenta año tras año, porque el consumo prolongado de alcohol puede provocar cirrosis alcohólica, hipertensión portal y, en última instancia, várices esofágicas. Cada vez hay más pacientes de este tipo en China, y algunas personas que beben alcohol durante mucho tiempo deben prestar atención a la prevención de las várices esofágicas.
En principio del tratamiento, se requiere la detección y el tratamiento oportunos para controlar eficazmente la afección. Después de la aparición de las várices esofágicas, se pueden usar medicamentos para el tratamiento, como los bloqueadores de los receptores β-adrenérgicos no selectivos, que pueden bloquear eficazmente los receptores β1 del corazón y reducir eficazmente el gasto cardíaco. Además, también puede bloquear la vasoconstricción visceral provocada por los receptores β2, lo que puede desempeñar un buen papel terapéutico. Por supuesto, la pituitaria y sus derivados también se pueden utilizar en determinados tratamientos, como la vasopresina y la terlipresina, y la somatostatina o sus derivados también se pueden utilizar en tratamientos, como la octreotida.
Además del tratamiento farmacológico, también se puede recurrir al tratamiento quirúrgico para controlar la afección. Para el sangrado de las varices esofágicas y gástricas, la escleroterapia, la ligadura y la adhesión se pueden realizar bajo visión endoscópica directa, lo que tiene un efecto muy preciso en el control del sangrado agudo y la prevención de más sangrado. En primer lugar, la ligadura endoscópica de las varices esofágicas es un medio importante para tratar esta enfermedad. El proceso específico consiste en instalar un anillo de goma en el extremo frontal del endoscopio, aspirar las venas varicosas hacia la cánula transparente mediante presión negativa y luego atarlo firmemente con el anillo de goma. Finalmente, mediante acción mecánica, se interrumpe el flujo sanguíneo de las varices, se forman trombos y aparecen úlceras necróticas. Las venas varicosas desaparecerán a medida que las cicatrices sanen. La escleroterapia endoscópica, que se refuerza con una pequeña dosis de escleroterapia después de la ligadura percutánea, puede eliminar de manera sostenible las várices esofágicas residuales después de la ligadura, prevenir eficazmente la recanalización de las venas ocluidas, prevenir el resangrado y retrasar la recurrencia de las venas varicosas.
Además, algunos pacientes con hemorragia aguda tienen una función hepática deficiente y no pueden adaptarse completamente al tratamiento quirúrgico. En este momento, la escleroterapia se puede utilizar como un medio eficaz para detener el sangrado de las venas varicosas. Además, hay pocas complicaciones, lo que brinda a los pacientes tiempo y oportunidad efectivos para elegir la cirugía o incluso el trasplante de hígado. Además, algunos pacientes tienen esplenomegalia e hiperesplenismo. Estos pacientes pueden someterse a esplenectomía y desvascularización si las condiciones lo permiten, lo que puede resolver eficazmente el hiperesplenismo y reducir parcialmente la presión de la vena porta. Finalmente, para los pacientes con cirrosis e hipertensión portal causadas por diversas causas, los métodos quirúrgicos generalmente incluyen trasplante de hígado dividido, trasplante de hígado ortotópico, trasplante de hígado ortotópico auxiliar y trasplante de hígado de donante vivo.