¿Qué debo hacer si se encuentra hígado graso durante el examen físico?
Cuando cada unidad organiza exámenes físicos a los empleados cada año, el número de clínicas ambulatorias en el departamento de gastroenterología suele aumentar mucho, porque muchas personas tienen un diagnóstico de hígado graso en sus informes de exámenes.
Siendo el hígado graso tan común, ¿qué debemos hacer?
La enfermedad leve del hígado graso generalmente no presenta síntomas evidentes y muchas personas no cambian su dieta después de descubrirla.
Cuando se desarrolla hígado graso de moderado a grave, habrá pérdida de fuerzas, náuseas, vómitos y falta de ganas de comer. En casos graves, se producirán una serie de problemas graves.
1. Desarrollar una enfermedad hepática más grave.
Como se mencionó anteriormente, el hígado graso simple es solo el primer paso del hígado graso. Aunque el hígado graso progresa muy lentamente y no es fácil tomarlo en serio, si no se controla y se presta atención a la dieta, se convertirá en esteatohepatitis.
Según las estadísticas, la incidencia de cirrosis en pacientes con esteatohepatitis alcanza entre 15 y 25 en 15 años, y la cirrosis puede poner en peligro la vida.
2. Afecta a tejidos y órganos de todo el cuerpo.
El hígado graso no sólo daña el hígado, sino que suele ir acompañado de un metabolismo anormal de la glucosa y los lípidos, por lo que afecta a los tejidos y órganos de todo el cuerpo.
3. Aumentar el riesgo de otras enfermedades crónicas
Entre los pacientes con hígado graso, la incidencia de síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria es relativamente alta.
Las investigaciones demuestran que la esperanza de vida de los pacientes con hígado graso es mucho más corta que la de las personas sanas, y las principales causas de muerte son los tumores malignos, las enfermedades cardiovasculares y la cirrosis hepática.
Perder peso no es suficiente para hacer frente a la enfermedad del hígado graso.
Mucha gente cree que sólo perder peso puede salvar la enfermedad del hígado graso. Pero, de hecho, existen requisitos previos para el hígado graso, que pueden solucionarse perdiendo peso.
Para la mayoría de los pacientes con hígado graso leve, moderado y un pequeño número grave, perder peso es de hecho la mejor manera de tratar el hígado graso. Pero vale la pena señalar que si haces demasiada dieta, se reducirá la proteína que transporta los lípidos, agravando así la acumulación de lípidos en el cuerpo.
Lo correcto es controlar la dieta y hacer más ejercicio.
Acerca de la dieta: intenta consumir el menor contenido de aceite y grasa posible, y reduce tu ingesta calórica diaria entre 500 y 1.000 calorías de lo habitual.
Acerca del ejercicio: Asegurar ejercicio aeróbico de intensidad moderada al menos 4 veces por semana, con un tiempo de ejercicio acumulado de al menos 150 minutos.
La mejor manera de lidiar con el hígado graso
Debido a que la mayor parte del hígado graso es causado por hábitos de vida poco saludables, es muy importante cambiar los hábitos anteriores.
Para la enfermedad leve del hígado graso, además de la dieta saludable y el ejercicio físico mencionados anteriormente, también es necesario abstenerse de consumir alcohol. Se recomienda que los pacientes lleven una dieta equilibrada, salgan a caminar después de las comidas y realicen algo de ejercicio aeróbico para reducir al máximo su forma física y su circunferencia de cintura.
De forma general, el índice de masa corporal debe reducirse al menos a 5 para controlar el hígado graso. (¿Índice de masa corporal (índice de masa corporal) = peso (kilogramos)? Altura al cuadrado (metros cuadrados))
Para la enfermedad del hígado graso de moderada a grave, los médicos suelen recetar algunos medicamentos según las condiciones específicas del paciente para prevenir Glicolipidemia Trastornos metabólicos y arteriosclerosis.
¿Algunos? ¿atajo? No lo intentes.
1. Los fármacos hepatoprotectores son controvertidos. No comas al azar.
Muchos pacientes pedirán a los médicos que les receten medicamentos protectores del hígado, pensando que estos medicamentos pueden tratar todas las enfermedades hepáticas.
De hecho, el papel de los fármacos hepatoprotectores en la prevención y el tratamiento del hígado graso sigue siendo controvertido. Actualmente no se recomienda que los pacientes utilicen estos fármacos de forma rutinaria, y menos aún es recomendable adquirirlos y tomarlos solos.
Los productos sanitarios son inútiles y no hay necesidad de comprarlos.
Muchos pacientes comprarán productos para el cuidado de la salud, pero no importa cuán buenos sean, no pueden eliminar la grasa de las células del hígado. Incluso algunos productos para la salud con fórmulas desconocidas pueden dañar la función hepática. Si hay un problema con la alimentación, la enfermedad hepática se agravará y las consecuencias serán más graves.
Para los pacientes con enfermedad leve del hígado graso, esta no es una enfermedad terrible. Es importante que los pacientes presten atención a esta enfermedad, desarrollen buenos hábitos de vida y no permitan que se desarrolle libremente.