Un ensayo titulado "Experiencia de crecimiento", entre 600 y 700 palabras.
Mis dientes se ven desiguales después del reemplazo. Originalmente, los dos pequeños dientes de tigre que reemplacé eran muy bonitos, pero había un diente grande en la parte posterior, lo que hacía que los dientes frontales estuvieran torcidos y feos, y también afectaba mi capacidad para comer. Me molesta cuando como y, a veces, roza mis encías, lo que me hace sentir muy incómodo. Más tarde, después de repetidas persuasiones por parte de mis padres, finalmente fui a la clínica dental y decidí que me lo quitaran.
Cuando llegamos a la consulta del dentista, estaba llena de dentistas. Me asomé un rato y vi al dentista sosteniendo varios instrumentos dentales: alicates, punzones, ganchos dentales, etc. , esto es terrible. Quería escabullirme sin que mis padres se dieran cuenta, pero luego lo pensé, ya estaba en cuarto grado. ¿Puede una persona recta dejarse intimidar por esta pequeña dificultad? Así que en silencio me animé a volverme más fuerte. Después de esperar un rato, llegó mi turno. Mi corazón empezó a latir con fuerza. Primero vi al médico inyectando anestésico con una pequeña aguja. Cuando vi que la aguja estaba muy afilada, casi me desmayo. Pero aún así reuní el coraje para enfrentar el pequeño bordado. Simplemente sentí que un poco de líquido se me metía en los dientes. De repente, sentí que mis dientes empezaban a adormecerse. Después de un tiempo, ya ni siquiera podía babear. Después de un rato, vi que el médico tomaba otro par de alicates. Vi al médico tomar la cosa y sacarla de mi diente, luego sacudir el diente dos veces y sacarla, pero no sentí ningún dolor en absoluto. Las personas a mi lado me dieron el visto bueno cuando vieron esto. Estaba tan feliz. El médico les dijo a mis padres que debido a que los dientes cerca de la extracción estaban un poco flojos, necesitaban aplicar hielo y luego empujar los dientes frontales hacia atrás para que quedaran en la posición correcta. Con el cuidadoso cuidado de mis padres y mi cooperación, ahora mis dientes se ven bien.
Cada vez que pienso en esto ahora, me siento muy feliz. Sí, hay muchos dolores de cabeza, pero también muchas sorpresas. Estos problemas y sorpresas pueden sorprenderte, pero si los afrontas con actitud optimista y valiente, todo se solucionará. Estoy orgulloso de mi valentía cuando era niño.