Una niña en Hohhot, Mongolia Interior, usa su propio cabello para hacer un pincel y lo utiliza como inscripción para una pintura. ¿Cómo calificarías sus creaciones?
¿Qué está pasando?
Recientemente, alguien en línea denunció a un estudiante llamado Zhang de Hohhot, Mongolia Interior. Debido a la epidemia, su escuela cerró y no pudo comprar cepillos. Por capricho, hizo una inscripción con su cabello. Según Zhang, se cortó el cabello y lo pegó a una brocha de maquillaje para inscribir sus pinturas. No es tan fácil de usar como un pincel, pero es bastante bueno. Puedes probarlo. Deberíamos elogiar el comportamiento de este estudiante universitario.
Zhang Xu, famoso calígrafo de la dinastía Tang.
Cuando se trata de escribir con cabello, Zhang de Hohhot, Mongolia Interior, no es la primera persona. Se dice que Zhang Xu y Xu, los famosos calígrafos de la dinastía Tang en la antigua China, extendían papel de arroz en el suelo cuando estaban inspirados y usaban un pincel de larga barba para escribir hierba silvestre, como si estuvieran borrachos y cantando, lo más libre y fácil posible. ¿Quién es Zhang Xu? Zhang Xu, cuyo verdadero nombre nació en el condado de Wu, condado de Wu. Todavía estaba vivo cuando Kaiyuan y Tianbao estaban vivos. Se desempeñó como magistrado del condado de Changshu y como historiador principal de Wu Jin. En el mundo de la caligrafía, se le conoce como Cao Sheng. La caligrafía de Zhang Xu comenzó con Zhang Zhi y Er Wang, siendo la escritura cursiva su mayor logro. Zhang Xu tiene profundas habilidades de caligrafía y creó un modelo del estilo Kuangcao con su delicada pincelada y su temperamento audaz. Zhang Xu es famoso por su escritura cursiva única. ¿Papelería de cinco colores? De hecho, escribió cuatro poemas antiguos de Xie Lingyun y Yu Xin, dos grandes escritores de las dinastías del Sur y del Norte. ?
Finalmente, en nuestras vidas, inevitablemente encontraremos dificultades de un tipo u otro, por lo que debemos aprender el espíritu de no tener miedo a las dificultades, usar nuestro cerebro y tener el coraje de intentarlo. Vale la pena aprender de nuestra generación más joven su espíritu de innovación y coraje para intentarlo.