Han pasado 20 días desde la esplenectomía. ¿Por qué necesitamos realizar pruebas de función hepática, análisis de sangre de rutina y análisis de orina y heces de rutina cada tres días?
En 1952, médicos extranjeros (King et al.) propusieron el riesgo de infección sistémica post-esplenectomía (OPSI), lo que llevó a las personas a recomprender las funciones fisiológicas del bazo, especialmente la función inmune. Ahora está claro que el bazo es un órgano con funciones importantes en el cuerpo humano. No se puede realizar de manera casual, especialmente en pacientes con trasplante de órganos inmunodeprimidos. En otras palabras, si desea realizar un trasplante de hígado debido al empeoramiento de la enfermedad hepática, la esplenectomía no es adecuada. Por tanto, la mayoría de los médicos consideran la esplenectomía como último recurso.
En pocas palabras, el bazo tiene la función de almacenar sangre y regular la presión del sistema porta. Las células sanguíneas y muchas sustancias de la sangre se procesan a través del bazo. Es decir, el bazo también es un filtro para la sangre de todo el cuerpo, que puede eliminar patógenos y células que se descomponen por sí solas en la sangre. El bazo también es una base importante para la supervivencia, la proliferación, la respuesta inmune y la producción de inmunidad. Sustancias efectoras (como anticuerpos) de diversas células inmunitarias. El bazo también es una base importante para la supervivencia y proliferación de diversas células inmunitarias. Produce células inmunitarias activas, como macrófagos, células T, etc. Las células T son inmunes a las células tumorales y el bazo es el único órgano que produce células T, por lo que los tumores son propensos a desarrollarse después de la esplenectomía.