Un examen físico reveló un quiste hepático. ¿Es un tumor? ¿Necesita tratamiento?
¿Qué es el quiste hepático? El quiste hepático es una enfermedad hepática benigna común, con una tasa de detección del 1% al 2% durante el examen físico.
En general, se trata de una “ampolla” en el hígado. Los quistes hepáticos se pueden dividir en congénitos y adquiridos. Las condiciones congénitas son causadas por anomalías del desarrollo durante el período embrionario. Es sólo un quiste, no un tumor, así que no hay necesidad de entrar en pánico. En circunstancias normales, no crecerá ni se volverá maligno, no representará una amenaza para la vida del paciente y no tendrá mucho impacto en los hábitos de vida. En el caso de los quistes hepáticos, lo más importante es un seguimiento regular. Si las condiciones lo permiten, puede realizar de 1 a 2 ecografías B cada año.
Los factores adquiridos rara vez ocurren. Por ejemplo, en las áreas pastorales, cuando las personas se infectan con la enfermedad hidatídica, aparecerán quistes parásitos en el hígado.
¿Pueden los quistes hepáticos volverse cancerosos? La mayor preocupación acerca de los quistes hepáticos es si se volverán cancerosos. Aquí puedo asegurarle que no existe ninguna relación entre los quistes hepáticos y el cáncer de hígado, y que la mayoría de ellos no se volverán cancerosos.
Sin embargo, también se producen dos situaciones raras. Uno es un error de diagnóstico, en el que el cistoadenocarcinoma hepático se diagnostica como un quiste hepático; en segundo lugar, el paciente tiene una larga historia de quistes hepáticos; Por lo tanto, se recomienda que los pacientes se sometan a una ecografía B del hígado una o dos veces al año según sus propias condiciones.
Presta atención a estos cuatro puntos de la vida. Aunque los quistes hepáticos son enfermedades benignas, los pacientes también deben prestar atención porque si la enfermedad continúa desarrollándose, aumentará la dificultad del tratamiento posterior. Por lo tanto, para garantizar la salud del paciente, además de tratar activamente la enfermedad, los pacientes con quistes hepáticos también deben hacer las siguientes cosas en su vida diaria.
1. Bebe más agua
Bebe más agua, asegurando más de 2000 ml por día, porque beber más agua puede mejorar la circulación sanguínea, promover el metabolismo y promover la secreción de las glándulas, especialmente la digestión. Secreción de glándulas, jugo pancreático y bilis.
2. Preste atención a mantenerse caliente
Los pacientes con quistes hepáticos son los que más temen a los resfriados. En este momento, debes prestar atención a mantenerte abrigado, no comer alimentos crudos o fríos y tener un buen patrón de vida. Además, lo mejor es disponer de media hora de ejercicio para mejorar la resistencia durante un largo periodo de tiempo.
3. Está prohibido comer alimentos fritos.
Los alimentos fritos tienen un alto contenido de colesterol y su consumo prolongado aumenta la carga sobre el hígado. Las tres comidas al día deben ser regulares y cuantificadas, con una combinación razonable de carne y verduras. Puedes comer más alimentos con mayor contenido vitamínico, como zanahorias, apio, etc. Comer frutas y verduras complementará los nutrientes que le faltan a su cuerpo y lo ayudará a recuperarse.
Comer más verduras rojas
Se recomiendan zanahorias, tomates, dátiles rojos, pitahaya y otras frutas y verduras rojas. Además, tenga cuidado de no comer alimentos picantes y reduzca el consumo de sal. El mejor plan de dieta es comer más alimentos ricos en proteínas, como carnes magras y ternera.
Lo más importante es que sólo unos pocos quistes hepáticos pueden ser muy grandes o pueden ser secundarios a infección, hemorragia y torsión. Estos casos raros requieren tratamiento quirúrgico. Otros quistes hepáticos asintomáticos no son motivo de preocupación. La dieta diaria y el trabajo no les afectan especialmente. Simplemente haga ultrasonidos B regularmente y vigílelo.