¿Cuáles son los cinco pilares de la salud?
Optimismo, sueño adecuado, ejercicio moderado y nutrición equilibrada constituyen los cuatro pilares de una salud ideal.
1. Actitud optimista
Una actitud positiva y optimista es la llave de oro de la salud. Pensar en el lado bueno de todo puede reducir la tensión en la vida diaria, aliviar el estrés mental y ser beneficioso para la salud. Por ejemplo, el apetito de las personas será mejor cuando estén tranquilas y felices, y la capacidad de digestión y absorción del estómago y la resistencia física sean relativamente débiles, por el contrario, si las personas se encuentran a menudo en depresión, tristeza, ansiedad e ira; Su apetito tiende a debilitarse, lo que fácilmente puede alterar su estómago y perjudicar su salud.
Innumerables estudios han demostrado que una actitud optimista es un requisito previo y una condición indispensable para alcanzar una salud ideal.
2. Dormir lo suficiente
Dormir lo suficiente es garantía de una salud ideal. Dormir y descansar ayudan a relajar los nervios y recuperar la fuerza física. Dormir 8 horas al día, junto con una relajación mental adecuada y razonable, es muy importante para mantener una buena salud. Una relajación adecuada durante el día puede reducir la carga sobre el cerebro y el cuerpo, permitiéndonos seguir siendo eficientes durante todo el día. Por la noche, si dormimos lo suficiente, podemos permitir que nuestros cuerpos se ajusten y conserven energía para enfrentar nuevos desafíos al día siguiente.
Desde el punto de vista médico, unos hábitos de sueño y relajación adecuados y regulares ayudan a regular nuestras funciones corporales, favorecen la digestión y absorción de los alimentos y la excreción de residuos. Al mismo tiempo, debido a que el sueño asegura el suministro de nutrientes y sangre, también ayuda a mantener la mente despejada; por el contrario, la falta de descanso puede deprimir a las personas y dificultar la concentración;
3. Ejercicio moderado
El ejercicio es un factor importante para mantener la salud. Hace ya 2.400 años, Hipócrates, el padre de la medicina, dijo: "El sol, el aire, el agua y el ejercicio son fuentes de vida y salud". La vida y la salud son inseparables de la luz solar, el aire, la humedad y el ejercicio. Hacer ejercicio moderado durante mucho tiempo puede mantener a las personas jóvenes y enérgicas.
Un buen programa de ejercicio debe incluir ejercicio aeróbico y anaeróbico.
Ejercicio aeróbico
El ejercicio aeróbico se refiere al ejercicio de larga duración (ejercicio de resistencia), que puede estimular completa y eficazmente el corazón (sistema circulatorio) y los pulmones (sistema respiratorio) y mejorar su funciones. Para que todos los tejidos y órganos del cuerpo puedan recibir un buen suministro de oxígeno y nutrientes y mantener un estado funcional óptimo. Incluyendo andar en bicicleta, nadar, trotar, jugar al bádminton, etc.
Ejercicio anaeróbico
El llamado ejercicio anaeróbico se refiere al ejercicio intenso y de alta velocidad de los músculos en estado de "hipoxia". Como correr, levantar pesas, lanzar, salto de altura, salto de longitud, tira y afloja, entrenamiento muscular, etc. Estos ejercicios acondicionan y tonifican los músculos, y la energía la proporciona principalmente el glucógeno muscular.
El ejercicio regular tiene muchos beneficios: elimina el exceso de grasas y calorías, acelera el metabolismo, mejora la calidad del sueño, mejora el corazón y el sistema circulatorio sanguíneo, fortalece los músculos y ayuda a aliviar el estrés mental y la irritabilidad.
4. Nutrición equilibrada
La nutrición es fuente de vida El cuerpo humano obtiene la supervivencia y el desarrollo de la vida a través de una ingesta equilibrada y una nutrición adecuada. Una nutrición equilibrada es un factor clave para que las personas alcancen una salud ideal.
La nutrición es la fuente de la vida. Sin nutrientes nada puede crecer. Hay más de 40 tipos de nutrientes que necesita el cuerpo humano, que se pueden dividir en cinco categorías según sus propiedades químicas o funciones fisiológicas, a saber, proteínas, lípidos, hidrocarburos, minerales y vitaminas. Los nutrientes que necesita el cuerpo humano también se pueden dividir en macronutrientes, micronutrientes y otros componentes de los alimentos. Los macronutrientes se refieren a los nutrientes más importantes que necesita el cuerpo, incluidos proteínas, lípidos y carbohidratos. Los micronutrientes se refieren a nutrientes que el cuerpo humano requiere en pequeñas cantidades, incluidos minerales y vitaminas, otros componentes de los alimentos incluyen fibra dietética, agua, etc.
Los nutrientes que necesita el cuerpo humano se obtienen principalmente a través de los alimentos. La dieta científica, los buenos hábitos alimentarios y el estilo de vida tienen un impacto muy importante en la obtención de una nutrición equilibrada.