Acerca de la meningitis
La meningitis es una enfermedad extremadamente grave. Los bebés que padecen meningitis dentro de los 3 meses de edad también pueden infectarse por bacterias del cuerpo de la madre, así como por infecciones de la nariz, la garganta o la sangre. Además, también es causada por virus.
Síntomas
Generalmente son fiebre, vómitos, convulsiones y rigidez en el cuello, mientras que los recién nacidos pueden solo escupir leche, estar deprimidos, tener diarrea y llorar sin cesar. Debe enviarse al hospital para un examen inmediato.
Si el bebé pudiera hablar, se quejaría de fuertes dolores de cabeza, dolores intensos e irritabilidad. Pero en casos más graves, el cuello puede volverse rígido o incluso arquearse hacia atrás. Si intenta inclinar su cabeza hacia adelante, se sentirá cansado, se volverá extremadamente silencioso, distante, tendrá miedo de las luces brillantes, vomitará y se contraerá.
La fontanela de un bebé está ligeramente hundida en circunstancias normales, pero la fontanela de un bebé con meningitis está elevada y colapsada.
Daño
Cuanto más pequeño es el niño, mayores son las posibilidades de sufrir daño cerebral, lo que puede provocar un trastorno mental, parálisis cerebral o incluso la muerte. Sin embargo, la mayoría de las encefalitis bacterianas se pueden detectar temprano y los pacientes pueden recuperarse por completo.
Qué hacer
Si tienes los síntomas anteriores, debes acudir al hospital inmediatamente y sin demora. Si el médico sospecha que su hijo tiene meningitis, es posible que lo admitan en el hospital y le realicen una punción lumbar. Si la infección es bacteriana, el médico le dará antibióticos a su hijo. Si la infección es viral, la enfermedad suele resolverse por sí sola.
Prevención
La meningitis causada por los bacilos de la gripe se puede prevenir mediante la vacunación.
Señalar
La meningitis bacteriana es la más dañina, y la forma eficaz de combatir esta enfermedad es el uso de antibióticos. Al darle antibióticos a tu hijo, debes prestar atención a mantener una flora intestinal equilibrada para evitar la pérdida de probióticos en los intestinos de tu bebé, afectando su capacidad de absorber nutrientes y provocando otras enfermedades.