Signos tempranos del cáncer infantil

1. Palidez y sangrado inexplicables. A menudo acompañado de fatiga, pérdida de apetito, anemia, etc., o sangrado inexplicable, manchas de sangrado sospechosas o equimosis, es necesario acudir al departamento de hematología del hospital lo antes posible.

2. Fiebre inexplicable. No crea que un niño con fiebre debe estar resfriado. Si tiene fiebre durante más de medio mes sin ningún motivo y su temperatura corporal fluctúa y es difícil de controlar, no debe limitarse a tomar medicamentos en casa sino buscar atención médica lo antes posible. Porque es probable que sea una manifestación clínica de leucemia o neuroblastoma.

3. Dolor inexplicable. Como dolor abdominal, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza, etc. , y suelen aparecer síntomas neurológicos, como vómitos, marcha inestable, etc.

4. Linfadenopatía persistente. Los tumores causados ​​por una infección viral a menudo causan linfadenopatía local o sistémica. Si dura mucho tiempo y no hay sensibilidad, se requiere un examen detallado.

5. Hinchazón extrema de extremidades y tronco. Algunos cánceres de huesos o rabdomiosarcomas son síntomas de hinchazón en las extremidades o el tronco y no deben descartarse como un trauma.

6. Los ojos tienen un reflejo anormal. Los globos oculares del niño tienen un reflejo de luz anormal, los ojos son muy profundos y pueden ver objetos blancos. Deberían hacerse un examen de la vista lo antes posible.

Además, no te lo tomes a la ligera cuando tu hijo se queja de dolor abdominal o de barriga abultada; si de repente tu hijo desarrolla bultos o hinchazón inexplicable debajo de las costillas, esto no es una buena señal. Al cambiarse de ropa y bañarse, también puede observar el vientre de su hijo y presionarlo con las manos para ver si hay alguna anomalía.

Vale la pena recordar que, al igual que los tumores en adultos, la detección temprana de las pistas de la enfermedad es crucial para curar la enfermedad, a fin de ganar tiempo de tratamiento y garantizar el efecto curativo.

“Dificultad de encontrar y fácil de retrasar” es el aspecto más aterrador de los tumores infantiles. Debido a que los síntomas clínicos son muy similares a los de algunas enfermedades comunes, los tumores infantiles se diagnostican erróneamente fácilmente. En este momento, los padres deben asumir la importante tarea de "guardianes" y estar muy atentos a los primeros signos de tumores en estos niños. Una vez que se descubren condiciones sospechosas, llevarán a sus hijos al hospital para recibir tratamiento médico.