¿Qué es un quiste ovárico?

Clínicamente, los quistes ováricos se manifiestan como dolor abdominal, malestar abdominal, aumento de leucorrea, leucorrea amarillenta, leucorrea anormal, menstruación irregular, generalmente una masa sólida e indolora en el abdomen y, a veces, dolor durante las relaciones sexuales. Cuando los quistes afectan la secreción hormonal, pueden aparecer síntomas como sangrado vaginal irregular o tricomas. Si el quiste tiene una torsión pedunculada, se producirán síntomas como dolor abdominal intenso e hinchazón, dificultad para respirar, pérdida de apetito, náuseas y fiebre. Los quistes más grandes pueden causar presión cerca de la vejiga, lo que provoca micción frecuente y dificultad para orinar.

Existen muchas formas de tratar los quistes ováricos. El método de tratamiento tradicional es extirpar el quiste mediante laparotomía, lo que requiere que el paciente sea hospitalizado para recuperarse. Esto no solo es muy perjudicial para la salud del paciente, sino que también tiene una alta tasa de recurrencia. Además, existen tratamientos farmacológicos que sólo pueden desempeñar un papel de apoyo, pero no pueden eliminarlo por completo. La cirugía con microelectrodos de navegación de Alak, bajo la guía de un navegador con una función de escaneo tridimensional, perfora el sitio del quiste a través del fondo de saco vaginal posterior, succiona el líquido del quiste y finalmente inyecta un agente esclerosante para tratar la piel del quiste, que puede controlar bien la tasa de recurrencia del quiste. Toda la operación se realiza en condiciones visibles y casi no es invasiva para el cuerpo. No afectará la fertilidad futura. Actualmente es la técnica con menor tasa de recurrencia en cirugía de quistes.

Se recomienda acudir a un hospital profesional para su diagnóstico y tratamiento para evitar retrasar su padecimiento.