¿Qué tipo de vino es mejor para adelgazar?
Sin embargo, el alcohol también juega un papel importante en el control del peso. Cualquiera que intente perder peso rebelde podría considerar evitar el consumo de alcohol por la noche. Si continúa leyendo, aquí encontrará ocho formas en que el alcohol le impide perder peso y qué debería beber en su lugar.
Las mejores bebidas alcohólicas para bajar de peso
Parece que el alcohol está arruinando tus posibilidades de conseguir un cuerpo de playa. Pero no temas: controlar tu peso no significa necesariamente que tengas que eliminar por completo el alcohol de tu dieta.
Deja de beber bebidas con alto contenido de azúcar y calorías y disfruta de estas opciones de 100 calorías:
Vodka
Calorías: 150 onzas de vodka destilado de 80 grados contiene 100 calorías. Cócteles alternativos: elija cócteles bajos en calorías, como agua con gas, y evite los jugos demasiado azucarados.
2. Whisky
Calorías: 1. 5 onzas de whisky de 86 grados contienen 65.438.000 calorías. Cócteles alternativos: deja de beber Coca-Cola y cambia el whisky con hielo por whisky bajo en calorías.
Ginebra
Calorías: 115 calorías por porción de 1,5 onzas de ginebra de 90 grados. Cócteles alternativos: elija un cóctel sencillo, como un martini, y no pase por alto las aceitunas, que contienen antioxidantes beneficiosos como la vitamina E.
4. Tequila
Calorías: 1,5 onzas de tequila contienen 100 calorías. Cócteles alternativos: Lo bueno del tequila es que el tequila tradicional "shot" es solo sal, tequila y lima.
Brandy
Calorías: 1,5 onzas de brandy contienen 100 calorías, no un cóctel: esta bebida se digiere mejor después de una comida, un buen brandy se debe disfrutar lentamente con un ligero dulzor afrutado. .
¿Cómo afecta el alcohol a la pérdida de peso?
1. El alcohol suele ser calor "vacío".
Las bebidas alcohólicas suelen considerarse calorías “vacías”. Esto significa que aportan calorías al cuerpo, pero contienen muy pocos nutrientes.
Una lata de cerveza de 12 onzas contiene 155 calorías y un vaso de vino tinto de 5 onzas contiene 125 calorías. En comparación, una porción recomendada de té de la tarde debe contener entre 150 y 200 calorías. Unas cuantas copas en una noche de fiesta pueden añadir cientos de calorías. Las bebidas que se revuelven con una licuadora, como el jugo o los refrescos, contienen más calorías.
El alcohol es la principal fuente de combustible.
Más allá del contenido calórico, existen otros factores que contribuyen al aumento de peso.
Cuando se consume alcohol, primero se quema como combustible y luego tu cuerpo utiliza otras sustancias. Esto incluye la glucosa de los carbohidratos o los lípidos de las grasas. Cuando tu cuerpo utiliza el alcohol como principal fuente de energía, para nuestra desgracia, el exceso de glucosa y grasa acaba convirtiéndose en tejido graso.
El alcohol afecta a tus órganos.
La función principal del hígado es “filtrar” cualquier sustancia extraña que entre en el organismo, como drogas, alcohol, etc. El hígado también desempeña un papel en el metabolismo de grasas, carbohidratos y proteínas.
El consumo excesivo de alcohol puede provocar la enfermedad del hígado graso alcohólico. Esta condición puede dañar su hígado y afectar la forma en que su cuerpo metaboliza y almacena carbohidratos y grasas. Los cambios en la forma en que su cuerpo almacena la energía de los alimentos harán que perder peso sea muy difícil.
4. El alcohol puede provocar exceso de grasa abdominal.
La “barriga cervecera” no es sólo un mito. Los alimentos con alto contenido de azúcares simples, como los dulces, los refrescos e incluso la cerveza, también tienen un alto contenido de azúcares simples. El exceso de calorías finalmente se almacena en el cuerpo en forma de grasa. Comer alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar puede provocar rápidamente un aumento de peso. No podemos elegir dónde termina el exceso de peso. Pero el cuerpo tiende a acumular grasa en el abdomen.
5. El alcohol afecta tu juicio... especialmente sobre la comida.
Incluso la persona que hace dieta más obstinada tiene dificultades para resistir la necesidad de comer cuando está borracha. El alcohol reduce el autocontrol de una persona, lo que hace que tome malas decisiones por impulso, especialmente cuando se trata de elegir alimentos. Pero el vino hace incluso más que la etiqueta social para beber.
Un estudio reciente en animales (Fuente confiable) encontró que los ratones mostraron un aumento significativo en la ingesta de alimentos después de consumir etanol durante tres días. Este estudio muestra que el alcohol en realidad puede desencadenar señales de hambre en el cerebro, lo que lleva a un mayor deseo de comer más alimentos.
6. Alcohol y hormonas sexuales
Se sabe desde hace tiempo que la ingesta de alcohol afecta los niveles hormonales del cuerpo, especialmente la testosterona.
La testosterona es una hormona sexual que desempeña un papel en muchos procesos metabólicos, incluida la formación de músculos y la capacidad de quemar grasa.