Los terneros criados en cautiverio en zonas rurales a menudo sufren de diarrea. ¿Por qué?
Contramedidas: Controlar estrictamente la ingesta de concentrados y hierbas, fortalecer el estómago a intervalos regulares y mejorar la digestión. Cuando se produce acumulación de alimento ruminal y flatulencia ruminal, primero se debe tomar aceite de parafina para frenar la diarrea y luego tomar algunos medicamentos para fortalecer el estómago y la digestión para acelerar la recuperación. Durante la diarrea, puede alimentarlo con polvo de montmorillonita para detener la diarrea e inyectar gentamicina, cefalosporina y otros medicamentos para prevenir una infección secundaria. En segundo lugar, diarrea inmunda. Si el ganado ingiere alimentos mohosos, contaminados o tóxicos durante mucho tiempo o en grandes cantidades, el tracto gastrointestinal se protegerá y provocará diarrea, lo que se denomina diarrea sucia. En verano, la causa de la diarrea sucia en el ganado es el alimento mohoso, que no ocurre inmediatamente cuando el consumo del ganado es pequeño. Solo ocurre cuando las micotoxinas se acumulan en una cierta cantidad en el cuerpo. Además de la diarrea, suele ir acompañada de síntomas neurológicos como salivación, rechinar de dientes, untar y patear. Contramedidas: en el proceso de cría de ganado, se debe controlar estrictamente la calidad del alimento y se deben prohibir los alimentos con moho, contaminados y tóxicos. Cuando el ganado tiene diarrea sucia, debe dejar de alimentarse, tomar aceite de parafina para tratar el contenido gastrointestinal y luego detener la diarrea y tratar los síntomas. En tercer lugar, diarrea bacteriana y viral.
La diarrea causada por bacterias o virus puede ocurrir directamente o después de una indigestión, diarrea y diarrea inmunda. Cuando el ganado desarrolla diarrea bacteriana o viral, los síntomas suelen ser más graves y la tasa de víctimas es mayor, y algunos de ellos son contagiosos. Se deben tomar medidas integrales de prevención y control para hacer frente a la diarrea bacteriana y viral. Tras la aparición de la enfermedad se pueden realizar tratamientos sintomáticos según la situación concreta, como rehidratación, cardiotónico, antibacteriano, ajuste del equilibrio electrolítico, suplementación con oligoelementos, fortalecimiento del bazo y del estómago, etc. Cuarto, enfermedades crónicas del sistema digestivo. El ganado que ha estado mantenido durante mucho tiempo en entornos deficientes de alimentación y manejo es propenso a sufrir enfermedades gastrointestinales como dolor de estómago y gastroenteritis, que pueden provocar diarrea a largo plazo. Cuando la diarrea ocurre en las tres situaciones anteriores, si el tratamiento no es oportuno o inadecuado, también puede evolucionar a gastroenteritis crónica y diarrea prolongada. Se deben ajustar las contramedidas para este tipo de ganado, como alimentar con forraje de alta calidad y fácil digestión, mejorar el ambiente de alimentación, desparasitar y fortalecer el estómago periódicamente y aumentar el tiempo de ejercicio e iluminación. Después de 1 a 2 meses de cuidadosa alimentación y manejo, la mayoría de estas vacas pueden recuperarse.