Sesenta poemas líricos
Uno
Los años vienen a toda prisa y la grulla plateada cuelga de las sienes.
El esfuerzo y el ajetreo no dan buenos resultados. Lo que queda es tranquilidad y claridad.
Me avergüenzo mucho de ser pobre, pero también me preocupa que mi memoria no sea tan buena como antes.
Para lograr cosas profundas, necesitamos tomar prestado el viento del este y navegar en el vasto mar para convertirnos en un antiguo sabio.
Dos
Pensando en el camino de la vida, los fragmentos se reflejan en mi mente.
La risa y la alegría son siempre dulces sueños, la tristeza y la melancolía son suspiros medio locos.
Cuarenta y un días después del nacimiento de su madre, se mudó a otro palacio.
Después de muchos cambios cada mes, de los arbustos de loto han surgido brotes de hibisco.