La medicina intervencionista es actualmente la más utilizada clínicamente.
La angioplastia percutánea y la colocación de stent intravascular se utilizan principalmente para tratar la enfermedad coronaria, que puede recanalizar las arterias coronarias estenóticas u ocluidas y restaurar la vitalidad y vitalidad del corazón enfermo. Este efecto no se puede lograr con ninguna medicina interna avanzada.
La trombólisis intraarterial se puede utilizar en el infarto agudo, el accidente cerebrovascular y el infarto agudo de miocardio para disolver completamente los émbolos coagulados, liberar los vasos sanguíneos y eliminar fundamentalmente la causa de la enfermedad. No sé cuántas vidas ha salvado esta tecnología en los últimos años. En el pasado, las tasas de mortalidad y discapacidad por accidente cerebrovascular e infarto de miocardio eran tan altas que los médicos sólo podían tratarlas de forma conservadora.
Puede utilizarse para el diagnóstico de casos difíciles, como la biopsia percutánea y la angiografía para determinar malformaciones vasculares, lo que puede mejorar enormemente la precisión diagnóstica.
Puede sustituir algunas operaciones quirúrgicas, evitar problemas como sangrado excesivo y grandes traumatismos provocados por la cirugía, y solucionar el estado del paciente de forma precisa y ligera. Como discectomía, litotricia para cálculos del sistema biliar y urinario, drenaje de tejidos profundos, etc.
Los expertos predicen que con la finalización del proyecto del genoma humano, los conceptos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades humanas se invertirán fundamentalmente. Mediante el método de la medicina intervencionista, no sólo se pueden obtener fácilmente muestras de cualquier tejido u órgano del cuerpo humano, sino que también se pueden introducir con precisión genes terapéuticos en los órganos diana. Para entonces, la medicina intervencionista definitivamente nos traerá mejores perspectivas.