¿Cuáles son algunos consejos para cuidar tu ombligo?
2. Concentre la respiración en el ombligo y siéntese en un taburete, mantenga todo el cuerpo relajado, coloque las palmas de las manos sobre el vientre y opte por la respiración abdominal. Al respirar por la nariz, tu vientre debe estar abultado y todos tus pensamientos deben centrarse en tu ombligo. Al exhalar por la boca, su barriga bajará. Si se persiste durante mucho tiempo, tiene los efectos de calentar el yang, nutrir los riñones, digerir los alimentos y guiar el estancamiento, y puede ayudar en el tratamiento de la neurastenia, la fatiga, la debilidad física, la deficiencia de yin y yang y otros síntomas.
3. Protege tu ombligo. El ombligo tiene más miedo de resfriarse. No hay tejido muscular ni graso debajo del ombligo, pero es rico en vasos sanguíneos, muy sensible, muy permeable y de rápida absorción. Debido a que la función de barrera es muy pobre y débil, es fácil ser invadido por el aire frío y susceptible a la infección por resfriado. Preste atención a mantener caliente el ombligo mientras duerme para prevenir resfriados y diarrea. Especialmente durante la menstruación, los vasos sanguíneos de las mujeres se congestionan. Una vez que se resfrían, los vasos sanguíneos pélvicos se contraen, lo que afecta la circulación sanguínea menstrual, prolongando así el período menstrual, provocando menstruación irregular y dismenorrea. Además, no se debe usar ropa que deje al descubierto el ombligo para evitar ser estimulado por el frío o el calor, alterando la función gastrointestinal y ser fácilmente invadido por bacterias, que pueden provocar dolor abdominal y diarrea.