¿Sabes qué características a la hora de comer tienen más probabilidades de ser atacadas por el cáncer?
En segundo lugar, comer demasiado rápido. El ritmo de la vida contemporánea es cada vez más rápido. Incluso las comidas están reguladas. Especialmente cuando estás ocupado en el trabajo, comer es una pérdida de tiempo. Tienes prisa por terminar una comida y no quieres dedicar más tiempo a comer. Comer demasiado rápido puede dañar la salud física y gastrointestinal. Si comes demasiado rápido y la comida no ha sido masticada completamente, esos grumos de comida tan grandes causarán cierta irritación en el tracto digestivo, especialmente estos alimentos duros, que también pueden dañar el tracto digestivo. A largo plazo, también puede aumentar el riesgo de transformación maligna. Si puede comer cada vez más al comer y permitir que la comida se muerda y trague por completo, puede aliviar eficazmente la presión gastrointestinal, hacer que la comida sea más fácil de digerir y absorber y ser más beneficiosa para la salud física y mental.
En tercer lugar, comer demasiado será cada vez más común a medida que mejoren nuestros niveles de vida, los alimentos ya no serán escasos y comer sin control se volverá cada vez más común. Las mesas de los comedores de la gente contemporánea están llenas de todo tipo de carnes procesadas, carnes picantes y cereales finos, pero rara vez se ven frutas y verduras. Por un lado, una dieta de este tipo aumentará la presión gastrointestinal y, por otro, también puede provocar obesidad. El aumento de la presión en el tracto gastrointestinal puede provocar su desequilibrio y provocar diversas enfermedades, incluido el cáncer. La obesidad también es un factor importante en el cáncer.
En cuarto lugar, me gusta comer alimentos encurtidos. Los alimentos encurtidos como el kimchi de rábano y el pescado se han clasificado durante mucho tiempo como carcinógenos de primer nivel. Esto se debe a que los alimentos encurtidos tienen un alto contenido de nitratos. Aunque esta sustancia química no es cancerígena inmediatamente, puede fusionarse con las claras de huevo gástricas disueltas para producir el carcinógeno nitrito, aumentando así el riesgo de cáncer. Además, los alimentos encurtidos son ricos en sal, lo que puede aumentar la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Al mismo tiempo, seguirá irritando y dañando la mucosa gástrica. Además de los encurtidos, los alimentos grasosos, las brochetas de cordero y otros alimentos también pueden aumentar el riesgo de cáncer y deben evitarse en la medida de lo posible.