El remedio popular es bañar al niño con agua de plumas de gallina. Los detalles son los siguientes.
Utiliza agua caliente para quitar las plumas del pollo. Se utiliza para prevenir la fiebre alta causada por la fiebre. Remoje una toalla o plumas de pollo en agua caliente con plumas de pollo, frótela suavemente sobre el precordio, el cuello y la espalda durante 5 a 10 minutos, y luego cúbrala con un paño limpio durante aproximadamente un minuto. Cuando quites la tela, notarás que hay aproximadamente una pulgada de pelo en la tela. Son plateados y duros. En este momento el paciente empezará a relajarse y la fiebre volverá.
Sin embargo, debemos recordarle que solo debe limpiarse el precardio y la nuca. Es mejor no limpiar otros lugares y mucho menos ducharse. Debido a que el agua de las plumas de pollo todavía está sucia y contiene muchas bacterias, los niños con baja inmunidad corren el riesgo de contraer infecciones.