Los hábitos de vida de los espárragos

A los espárragos les gusta el calor y la humedad, y son ligeramente tolerantes a la sombra, la sequía y las heladas. No debe estar por debajo de los 5 ℃ en invierno. Le gusta crecer en suelos arenosos sueltos y fértiles. Al trasplantar cada primavera, retire la tierra de la noche a la mañana, agregue tierra fértil fresca, corte las ramas muertas y las hojas amarillas y vuelva a darles la forma adecuada. Abonar una vez al mes durante la época de crecimiento y colocar en un lugar ventilado y semisombreado en verano. La fertilización debe controlarse después de que se establezcan las plantas. El cultivo interior en invierno requiere más sol y menos riego.

El riego es clave para el manejo. Si riegas demasiado, las ramas y hojas se pondrán amarillas fácilmente, lo que provocará un crecimiento deficiente y pudrición de las raíces. Por lo tanto, la cantidad de agua debe ajustarse según el crecimiento de la planta y la estación. El riego debe controlarse adecuadamente en invierno, primavera y otoño. Generalmente se deja secar la superficie de la tierra de la maceta antes de regar, si es difícil controlar la cantidad de agua, también se puede hacer alternativamente, es decir, después de 3-5 riegos pequeños, regar 1 vez la permeabilidad al agua; Mantenga húmedas la parte superior e inferior de la tierra de la maceta, sin demasiada agua. El verano es una época de crecimiento vigoroso de las plantas, y al mismo tiempo, la evaporación es grande, por lo que procura que haya suficiente agua cada mañana y noche. No hay problema en regar un poco más.