Mi suegra dijo, véndeme fruta.
Cuando estaba en la universidad, no me importaba enamorarme. Estudio mucho todos los días. Una vez olvidé mi libro en la sala de estudio. Cuando volví a buscarlo, un chico lo recogió por mí. Me pidió mi número de celular y tuvimos una gran charla. Dos corazones jóvenes se unieron y nos enamoramos. Más tarde se convirtió en mi marido.
La familia de Wang Qiang es muy pobre. Sus padres se ganan la vida con la agricultura y él tiene un hermano menor en casa.
La imagen procede de Internet.
Después de graduarnos, nos casamos. La suegra no podía pagar el precio de la novia y a los padres tampoco les importaba. También nos dieron el pago inicial de la casa. Mi madre dijo que tenía mucha confianza en casarse. Después de casarnos, mi suegra vivió con nosotros y le encantaba involucrarse. A ella no le gusta que me vista demasiado elegante y gaste demasiado dinero.
Cuando estaba embarazada, mi suegra me pedía que lavara ropa, cocinara y cuidara de la familia. A veces me siento muy cansada y quiero llorar, pero mi marido dice que no es fácil. Déjame ser más considerado con el viejo y dejar de ser tan aprensivo. Es solo un embarazo. ¿Cuál es el problema?
La imagen procede de Internet.
Después de dar a luz a mi hija, mi suegra me miró y dijo que era una pérdida. Luego lloró en casa, diciendo que yo era incapaz y que ni siquiera podía dar a luz a un hijo. . Mi suegra se negó a dejarme beber el vino de luna llena, por lo que aceptó ser anfitriona del banquete sólo después de que su marido insistiera.
El día de luna llena, mi suegra trajo una bolsa de piel de serpiente, que en realidad contenía dos pomelos. Mi suegra se jactaba de que sería bueno comer algo de fruta. Todos se rieron y dijeron que mi suegra era muy "generosa".
Mi madre estaba tan enfadada que sacó una tarjeta de 50.000 y dijo que era un regalo para su nieta. Y anunció en el acto: No creo que a mis suegros les guste mucho esta niña. mucho. Tomé una decisión. ¡A partir de ahora, si nuestro hijo toma nuestro apellido, será nuestro yerno!
La imagen procede de Internet.
El público estalló en aplausos. La actitud de mi suegra cambió y siguió diciendo que no podía cambiar su apellido. Las palabras de mi madre hicieron de mi suegra el hazmerreír. Todos decían que una suegra tan quisquillosa era increíble.
Todos decían que al conocer a una suegra así, ¿no fue genial el enfoque de mi madre?