Obviamente, me hago un examen físico todos los años. ¿Por qué no se puede detectar el cáncer en etapa temprana? ¿Cómo explicarlo?
En el campo del diagnóstico del cáncer, la PET-CT, o tomografía por emisión de positrones-tomografía computarizada por rayos X, tiene una gran importancia clínica. Sin embargo, la detección del cáncer requiere un diagnóstico integral y múltiples exámenes para garantizar una detección precisa. Por lo tanto, la PET-CT generalmente se realiza después de que se diagnostica el cáncer y no se recomienda para pacientes sin síntomas de cáncer. Se sabe que cuanto peor es la calidad del cáncer, más rápido se desarrolla. El tiempo óptimo de tratamiento para este cáncer es corto, desde que aparece el cáncer hasta que aparecen los síntomas. Por lo tanto, un examen físico normal básicamente encontrará un cáncer de crecimiento lento. Entonces, ¿significa esto que no necesitamos una detección temprana del cáncer?
¡Por supuesto que no! Según recomendaciones duales de la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Estadounidense del Cáncer, se recomiendan pruebas de detección de cáncer específicas para la población general; se requieren pruebas de detección de cánceres específicos para las personas con alto riesgo de desarrollar cánceres específicos. Para la población general, las tasas de incidencia de cáncer de cuello uterino, cáncer de mama y cáncer colorrectal son relativamente altas, y estos cánceres pueden controlarse bien mediante exámenes de detección precisos. El cáncer de cuello uterino es el único cáncer prevenible en humanos. ¿No hacemos pruebas de detección tempranas?
Cáncer de cuello uterino El cáncer de cuello uterino tiene un largo proceso de lesiones precancerosas. Si se trata temprana y rápidamente, la tasa de curación es muy alta. Hay dos tipos principales de pruebas de detección del cáncer de cuello uterino: pruebas de citología cervical y pruebas del virus del papiloma humano. Las pautas de detección del cáncer de cuello uterino del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) establecen que las mujeres de 265,438+0 a 29 años deben hacerse una prueba de Papanicolaou cada tres años. En principio, no es necesario realizar pruebas de detección antes de que comience la actividad sexual. Las mujeres de 30 a 65 años se someten a una citología cervical y a una prueba del virus del papiloma humano cada cinco años.