Signos de cáncer de huesos temprano
Los tumores óseos pueden aparecer a cualquier edad, pero a una edad concreta suele haber tendencia a desarrollar determinados tumores. Por ejemplo, el neuroblastoma es común en los bebés, el tumor de Ewing es común en los adolescentes, el tumor de células gigantes y el osteosarcoma son comunes en los adultos, y los tumores mieloides y las metástasis son comunes en los adultos mayores.
Los tumores óseos rara vez presentan síntomas sistémicos en la etapa inicial. Si hay dolor en la etapa posterior, puede afectar el apetito, perder peso y causar anemia. El mal se convierte en úlceras, que pueden prevenir la infección y conducir a una mala constitución. Los que crecen rápidamente, como los tumores de Ewing, pueden ir acompañados de fiebre y un recuento elevado de glóbulos blancos, como la osteomielitis.
Debido a la naturaleza del propio tumor, también afecta a los síntomas sistémicos. El osteocondroma, los tumores medulares y los tumores metastásicos suelen ser múltiples; el hemangioma y el neurofibroma son múltiples subcutáneos o superficiales; la displasia fibrosa ósea múltiple (síndrome de Albnghl) y la neurofibromatosis (enfermedad de Von Recklinghausen) tienen síntomas de enfermedades endocrinas.
2) Manifestaciones locales
(1) Los tumores benignos de piel y huesos no tienen cambios cutáneos ni adherencias evidentes. Después de un crecimiento rápido, la corteza de la piel puede estresarse, la textura puede volverse brillante y puede haber cambios de pigmento. La piel local de los tumores malignos está pálida, en forma de pinza, congestionada, la temperatura puede aumentar y hay adherencias.
(2) Preste atención a la profundidad, tamaño, dureza, contorno, condición de la superficie, movilidad, temperatura de la piel, sensibilidad y rotación de la masa. No es aconsejable apretar fuerte para evitar un pronto traslado. Los tumores benignos generalmente son duros, con bordes claros, dolor leve y pueden ser nodulares. Los tumores malignos son parecidos al caucho duro, con sensibilidad evidente, bordes poco claros y sensación de rotación.
(3) Las malformaciones pueden ser causadas por factores como la edad de crecimiento, la ubicación y la naturaleza del tumor. Por ejemplo, múltiples encondromas afectan el crecimiento y las extremidades pueden doblarse y variar en longitud. Los encondromas pueden hacer que los huesos pequeños de las manos y los pies se expandan y se deformen. La invasión tumoral de la placa epifisaria también puede provocar displasia.