¿Se pueden comer huevos de gallina en la luna? Video
Primero: los niños tienen mejor piel y tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cutáneas.
Los científicos compararon los huevos de ganso con los de gallina y los de pato y descubrieron que el valor nutricional de los huevos de ganso era varias veces mayor que el de otros huevos, y el efecto era muy obvio. La clara de huevos de ganso tiene un efecto de eliminación del calor y también puede tratar el acné. Por lo tanto, si las madres toman huevos de gallina durante el parto y el embarazo, sus hijos no serán propensos a enfermedades de la piel en el futuro y la piel de sus hijos mejorará cada vez más, será blanca, tierna y tersa.
Segundo: Potenciar la memoria.
Las investigaciones han descubierto que la ingesta de huevos de gallina durante el embarazo y el parto puede mejorar eficazmente la memoria. Debido al embarazo, muchas mujeres son más sensibles a los cambios físicos y al entorno que las rodea, por lo que son propensas a la depresión y la pérdida de memoria. Si quieres aliviar este síntoma, rompe los huevos de gallina y mézclalos uniformemente con el azúcar. Comer un huevo de ganso al vapor con el estómago vacío todas las mañanas puede mejorar eficazmente la memoria y mantener los oídos y los ojos alerta.
Tercero: Suplementar aminoácidos.
Los huevos de oca contienen una gran cantidad de aminoácidos, vitaminas, riboflavina y tiamina que necesitan las mujeres embarazadas, y además son muy ricos en diversos minerales. Estas sustancias juegan un papel muy importante en el funcionamiento normal del organismo. Aunque otros alimentos también son ricos en estos nutrientes, los aminoácidos contenidos en los huevos de ganso pertenecen enteramente a las proteínas, y la mayoría de los minerales y vitaminas se encuentran en la yema, que el cuerpo absorbe fácilmente, lo que le permite obtener la máxima nutrición.
Así es posible comer huevos de gallina durante el parto y el embarazo. Sin embargo, cabe señalar que aunque los huevos de gallina son muy beneficiosos para el organismo, comer demasiado puede provocar fácilmente calor interno y malestar gastrointestinal, por lo que hay que prestar atención a la cantidad adecuada a la hora de consumirlos a diario.