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Diagnóstico diferencial del cáncer de hueso temprano

Diagnóstico

El diagnóstico de los tumores óseos es relativamente sencillo. Un diagnóstico preliminar sólo puede realizarse mediante un examen clínico, por ejemplo, el osteoma superficial o el osteocondroma, algunos de los cuales tienen características en las películas de rayos X. en típico Obtenga una impresión preliminar de las manifestaciones radiológicas, como osteosarcoma esclerosante, condrosarcoma, etc. Otros deben combinarse con análisis clínicos, radiológicos y patológicos para realizar un diagnóstico correcto. Por tanto, la clínica, la radiografía y la patología se consideran tres pasos importantes en el diagnóstico de tumores óseos, y en ocasiones uno de ellos resulta indispensable. Especialmente antes de considerar la cirugía de amputación, generalmente es necesario tomar una decisión después del examen y el diagnóstico en los tres aspectos anteriores.

Diferencia

En el diagnóstico diferencial conviene distinguir primero de la inflamación. Los puntos de identificación incluyen principalmente los siguientes cuatro aspectos:

(1) Reacción sistémica: los pacientes con inflamación aguda a menudo tienen temperatura corporal elevada y leucocitos elevados; los pacientes con tumores óseos benignos tienen temperatura corporal normal e imágenes sanguíneas normales. Algunos pacientes con tumores óseos malignos, como el sarcoma reticulocítico indiferenciado o tumores malignos de rápido crecimiento, también tienen temperatura corporal elevada y aumento del recuento de glóbulos blancos. Los pacientes con inflamación aguda y crónica y tuberculosis ósea tienen tasas de sedimentación globular más rápidas, los pacientes con tumores óseos benignos tienen tasas de sedimentación globular más normales y los pacientes con tumores óseos malignos tienden a tener tasas de sedimentación globular más rápidas.

(2) Proceso de desarrollo: después de que la inflamación se desarrolla hasta cierto punto o después del tratamiento antiinflamatorio, disminuye gradualmente. Algunos tumores óseos benignos pueden dejar de crecer después de desarrollarse hasta cierto punto, mientras que los tumores óseos malignos continúan desarrollándose y destruyéndose, y es extremadamente raro que se detengan o desaparezcan por sí solos.

(3) Palpación local: La inflamación suele producir abscesos, que generalmente son blandos y fluctúan significativamente. Los tumores óseos suelen ser duros o duros, se sienten sólidos al tacto y tienen bordes claros. El fondo de la tumba está adherido en su mayor parte a los huesos y no se puede mover. Pero algunos tumores malignos con abundantes vasos sanguíneos o sangrado también pueden causar fluctuaciones.

(4) Punción; la punción del absceso puede succionar pus, y el cultivo de pus o la tinción de frotis a veces pueden detectar bacterias piógenas. La punción del tumor solo puede succionar sangre, pero la punción con aguja gruesa a veces puede succionar fragmentos de tejido tumoral.

Los tumores óseos benignos también deben diagnosticarse como tumores óseos malignos porque su pronóstico y métodos de tratamiento son diferentes. Los puntos de identificación incluyen principalmente los siguientes cuatro aspectos:

(1) Reacción sistémica: los tumores óseos benignos y los tumores óseos malignos son diferentes en la temperatura corporal, la imagen sanguínea, la velocidad de sedimentación globular, etc. Los primeros pacientes generalmente están en buenas condiciones y tienen menos dolor, mientras que los segundos tienen pérdida de peso, anemia, dolor evidente y caquexia evidente en la etapa tardía.

(2) Velocidad de desarrollo: Los tumores óseos benignos generalmente se desarrollan lentamente, y algunos dejan de desarrollarse cuando alcanzan cierta edad. Los tumores malignos se desarrollan rápidamente, llegando incluso a formar masas enormes y venas superficiales abultadas.

(3) Metástasis: los tumores óseos benignos generalmente no metastatizan, mientras que los tumores óseos malignos primarios tienen más probabilidades de metastatizar desde órganos internos y otros huesos.

(4) Manifestaciones radiológicas: el límite entre los tumores óseos benignos y los huesos normales suele ser muy claro y, por lo general, no hay reacción perióstica. Si hay una reacción, el nuevo hueso perióstico será más regular y limpio. El límite entre el osteoma maligno y el hueso normal no está claro y la reacción perióstica está desordenada e incluso irradiada.