Recientemente conocí a un médico que dijo que la manera de lidiar con los conflictos entre amantes es tratarlos con frialdad.
Además, las diferentes relaciones entre hombres y mujeres difieren debido a diferencias de personalidad, conflictos, entorno de vida y relaciones sociales. No todos los conflictos se resuelven de la misma manera o método.
La mayoría de conceptos que conocemos y aconsejamos ampliamente a las personas son tomar la iniciativa, asumir responsabilidades, controlar las emociones, no ajustar viejas cuentas, no tener conflictos físicos, dar a la otra persona un espacio de calma, no decir palabras con personalidad sensible, etc. Todos ellos son límites que alivian los conflictos en un sentido amplio, pero varían de persona a persona y de situación a situación. Había una niña que sólo necesitaba persuasión, pero fue tratada con frialdad durante tres días, lo que agravó el conflicto.
El punto clave es la base emocional y la resistencia psicológica de la otra parte. Es mejor resolver algunas cuestiones de opinión en medio de conflictos. No existe un bien o un mal absoluto. Los conflictos, las contradicciones y las disputas deben controlarse y moderarse. No peleamos porque peleamos, sino que usamos el amor, el afecto o tratamos las cosas para encontrar comprensión y comunicación.