Fotos antiguas de puestos de finales de la dinastía Qing: extracción de dientes, pedicura, afeitado del cabello, venta de bocadillos, ¿es animado?
¿Orgulloso? ¿Se ve bien? adivino. Después de mirar este conjunto de fotografías, no es difícil descubrir que había muchos tipos de puestos callejeros a finales de la dinastía Qing. Algunos proyectos comerciales todavía continúan en las calles y callejones hoy, pero muchos proyectos han desaparecido y los jóvenes nunca los han visto. Los cambios en los puestos callejeros reflejan un progreso histórico.
Reparador de paraguas. Estos puestos a finales de la dinastía Qing eran particularmente pequeños en escala y de bajo costo. Después de aprender un poco de oficio y comprar algunas herramientas, puede iniciar un negocio. El sustento de la gente de base es así de simple. Cuando el negocio va bien, no se puede ganar mucho dinero. Como mucho, pueden tener suficiente comida y ropa. Cuando el negocio va mal, no se puede ganar dinero, pero tampoco se puede perder.
Un dentista extrayendo el diente de un paciente. Es difícil imaginar que un proyecto como la extracción de un diente, que requiere condiciones de higiene muy estrictas, pueda aparecer de forma tan burda como la creación de un puesto callejero. Las herramientas del dentista tiradas al suelo pueden causar fácilmente inflamación e infección en los pacientes. Al mirar esta escena, no hay ninguna medida de desinfección, lo cual es realmente impactante.
El barbero está trenzando el pelo del cliente. Lavar, trenzar y afeitar el cabello eran las habilidades básicas de los barberos de la dinastía Qing. Además, también tenían la habilidad de arrancarse las orejas y masajear. Este conjunto puede hacer que los clientes se sientan muy cómodos. También saben un par de cosas sobre los puntos de acupuntura en el cuerpo humano e incluso pueden ayudar a las personas a aliviar los dolores de cabeza o de espalda y piernas.
Puestos de comida. Simplemente elija un poste, coloque la estufa y la olla de hierro en un extremo, los palillos y los condimentos en el otro, y el negocio de bocadillos estará listo. El negocio en esta calle no es bueno, así que recógelo y vete, esperando a los clientes en otro lugar. No sé qué vende este maestro. La verdad es que las condiciones sanitarias no son muy buenas.