Red de conocimientos sobre prescripción popular - Cuidado de la salud en otoño - Es posible que las vacunas contra la COVID-19 no sean eficaces en personas obesas. ¿Por qué dicen esto los expertos estadounidenses?

Es posible que las vacunas contra la COVID-19 no sean eficaces en personas obesas. ¿Por qué dicen esto los expertos estadounidenses?

Es posible que las vacunas COVID-19 no sean efectivas en personas obesas. ¿Por qué dicen esto los expertos estadounidenses? ? Debido a que la respuesta inmune de las personas obesas es deficiente o incluso ineficaz, múltiples estudios realizados por expertos estadounidenses han demostrado desde hace tiempo que muchos tipos de vacunas no son tan eficaces como las de las personas con peso normal. La vacuna contra el COVID-19 también es una vacuna contra la gripe, por lo que, al igual que otras vacunas, no es eficaz en adultos obesos. Estados Unidos tiene una proporción relativamente grande de personas obesas y también son un grupo de alto riesgo de infección por COVID-19. Este es un evento muy aterrador para Estados Unidos. Actualmente, Estados Unidos está reclutando personas obesas para realizar pruebas. Según estudios científicos, las vacunas contra la hepatitis B, el tétanos y la rabia son mucho menos eficaces en los adultos obesos que en la población general. Esto se debe a que la obesidad interfiere con la respuesta inmune del cuerpo, lo que hace que las personas obesas sean particularmente susceptibles a infecciones por patógenos como la influenza y el nuevo coronavirus. Para los adultos obesos, la vacuna es menos eficaz que para las personas con peso normal e incluso puede suponer una pérdida de dinero.

Existen tres hipótesis sobre la ineficacia de la vacuna contra la COVID-19 en personas obesas. Una es que la aguja utilizada para la inmunización no es lo suficientemente larga y la capa de grasa subcutánea de las personas obesas es más gruesa. La aguja no puede entrar en contacto con los músculos debajo de la capa de grasa y la vacuna debe permanecer en el músculo para tener el mejor efecto. Otra teoría es que los adultos obesos pesan más y requieren mayores dosis de vacuna, por lo que se debe utilizar una dosis mayor que el peso normal para que sea eficaz.

Un último argumento es que la obesidad en adultos está relacionada con el sistema inmunológico. La obesidad puede provocar cierta inflamación crónica, lo que puede dificultar la eficacia de las vacunas. La obesidad representa un tercio de la población estadounidense. Me temo que la única forma de hacer que la vacuna sea eficaz es perder peso primero. Después de todo, es difícil determinar cuánto tiempo hay que esperar para tener una nueva vacuna para las personas obesas. Además, perder peso también es bueno para el organismo. La obesidad puede causar muchas enfermedades, por lo que la forma más segura es perder peso antes de que aparezca una nueva vacuna.