El confinamiento en primavera, verano, otoño e invierno se complementa con las cuatro estaciones.
En verano hace calor y es normal que las madres primerizas tengan poco apetito. No es necesario que se obligue a comer mucha comida. También podrías cenar menos y hacer dos comidas más a las 10 p. m. y a las 3 p. m. Durante el confinamiento estival debes prestar atención a la calidad de tu alimentación, y la comida debe ser pequeña pero refinada. Cuando hace calor, nunca beba agua helada ni grandes cantidades de bebidas frías. Beba mucha agua tibia para reponer el agua perdida en el cuerpo durante la sudoración.
El otoño es la estación de la alimentación. Además de añadir un poco de sopa de pescado, sopa de pollo y sopa de manitas de cerdo, también conviene añadir algunos alimentos nutritivos para combatir la sequedad otoñal, como agua de pera y sopa de hongos blancos, pero no beber demasiado, 1 taza al día. El otoño es la temporada de cosecha de frutas y verduras. La fruta contiene muchas vitaminas y fibra dietética, lo que es muy beneficioso para la recuperación física y la salud intestinal de las nuevas madres.
Las madres primerizas deben recordar una cosa sobre su alimentación durante el confinamiento invernal, es decir, “no coger un resfriado”. Deficiencia posparto, resfriado y estasis sanguínea, es recomendable evitar los alimentos fríos y fríos. En este momento se puede cortar la fruta en trozos, hervirla un poco con agua y comer el resto con agua para evitar que se enfríe. Durante el confinamiento en invierno, es necesario calentarse. Puede beber sopa de jengibre con moderación para mantener el qi y la sangre de la nueva madre fluyendo, disipar el resfriado y reducir la posibilidad de resfriarse.