Síntomas y diagnóstico de la enfermedad de los vómitos neonatales
Atresia esofágica congénita
El recién nacido vomitó inmediatamente después de alimentarse, acompañado de asfixia y cianosis, lo que sugiere atresia esofágica congénita.
Hernia diafragmática neonatal
Si se producen vómitos y disnea poco después del nacimiento, se debe considerar la posibilidad de hernia diafragmática neonatal.
Métodos inadecuados de alimentación
Los métodos inadecuados de alimentación, como alimentar demasiado, demasiado rápido o en posición horizontal, permiten que una gran cantidad de aire entre en los pulmones, lo que también es la Principal causa de vómitos en recién nacidos.
Enfermedad de Hirsch
El vómito comienza entre 3 y 5 días después del nacimiento. Hay bilis y jugo fecal en el vómito, pero no hay meconio o debe haber una pequeña cantidad de meconio. ser considerada la enfermedad de Hirschsprung.
Reflujo gastroesofágico
Después de comer, se produce vómito al tumbarse y se alivia al ponerse de pie, lo que puede diagnosticarse como reflujo gastroesofágico.
Estenosis pilórica hipertrófica congénita
El vómito en proyección ocurre dos semanas después del nacimiento. El vómito contiene jugo gástrico y grumos de leche, y se palpa un bulto del tamaño de una aceituna en la parte superior derecha del abdomen. Se puede diagnosticar como estenosis pilórica hipertrófica congénita.
Gastroenteritis aguda
Los vómitos neonatales acompañados de diarrea y fiebre son más frecuentes en la gastroenteritis aguda.
Infección del tracto respiratorio
Los vómitos acompañados de tos leve, secreción nasal y dificultad para respirar indican una infección respiratoria (resfriado y neumonía).
Enfermedad intracraneal
La eyección de sangre y vómitos más de 10 veces al día, acompañados de gritos cerebrales, convulsiones y fontanela anterior protuberante, pueden diagnosticarse como enfermedad intracraneal, que es más común en diversas encefalitis o meningitis, hemorragia intracraneal.
El vómito se queda atrapado en el tracto respiratorio
Si el vómito sale de la boca y la nariz del recién nacido al mismo tiempo, puede causar fácilmente asfixia o incluso la muerte. Por tanto, cuando un recién nacido vomita, es necesario evitar que el vómito se atragante con las vías respiratorias.