¿Es eficaz el enema circulatorio para tratar la neumonía y la tos en niños?
La neumonía en niños se refiere a la inflamación pulmonar causada por diferentes patógenos u otros factores. La mayor parte de la neumonía es causada por la propagación descendente de una infección aguda del tracto respiratorio superior o bronquitis, o es secundaria a enfermedades infecciosas respiratorias como el sarampión. Los patógenos comunes de la neumonía son bacterias (Diplococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, etc.) y virus (virus de la parainfluenza, virus de la influenza, adenovirus, etc.). Además, algunos niños con neumonía son causados por una infección bacteriana secundaria sobre la base de una infección viral, que es la llamada "neumonía mixta". En los últimos años, debido al uso excesivo y abuso de antibióticos, se ha producido un desequilibrio de la flora bacteriana y ha aumentado la neumonía causada por cepas resistentes a los medicamentos como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus y hongos. En términos generales, las causas de la neumonía son diferentes y la ubicación de las lesiones, las características patológicas y las manifestaciones clínicas varían. Sin embargo, no importa qué tipo de neumonía, existen las siguientes cinco características. 1. Fiebre. Clínicamente, no existe un patrón fijo de fiebre en niños con neumonía, pero la mayoría de los niños con neumonía tienen síntomas de fiebre alta que persisten. Algunos niños pueden tener una temperatura corporal normal durante el día, pero empiezan a tener fiebre por la noche. 2. Tos frecuente. En la etapa inicial, es una tos seca irritante. 3. Dificultad para respirar. Suele aparecer después de fiebre y tos. Los niños suelen presentar síntomas sistémicos como apatía, pérdida de apetito, irritabilidad, diarrea leve o vómitos. 4. Dificultad para respirar. Los niños que padecen esta enfermedad suelen tener color púrpura alrededor de la boca, la nariz y los labios, y una respiración acelerada, de hasta 40 a 80 veces por minuto. 5. Estertores pulmonares. Los médicos pueden usar un estetoscopio para escuchar crepitantes de medianos a finos.