¿Puedo comer costillas después de una cesárea? ¿Qué puedo comer después de una cesárea?
¿Puedo comer costillas después de una cesárea? Puedes comer costillas, pero no demasiado pronto. Si ahora está ventilado, puedes beber un poco de sopa o gachas de arroz ligeras. Puedes beber sopa de costillas de cerdo, pero comer menos carne, porque los intestinos no se han recuperado completamente en esta etapa. Se recomienda que si ha tenido una cesárea durante cinco días, preste atención a las actividades adecuadas para levantarse de la cama para ayudar a prevenir adherencias abdominales y trombosis.
Después de la cesárea, suele tardar de 1 a 2 días, y hasta 3 días en agotamiento, lo que indica que se ha restablecido la función peristaltica del sitio. Se puede comer en este momento, pero el postoperatorio aún es corto. Bueno, puedes comer alimentos muy grasosos y difíciles de digerir, pero asegúrate de comerlos en pequeñas cantidades, simplemente porque no hay mucha actividad después de la cirugía.
La sopa de huesos contiene muchos nutrientes, como calcio, fósforo, proteínas y coloides, que son de gran ayuda para las mujeres embarazadas. La sopa de huesos puede ayudar a la secreción de leche materna y garantizar que el bebé tenga suficiente leche materna nutritiva para beber, lo que es beneficioso para el crecimiento y desarrollo del niño. Recomendación: Para las mujeres débiles en el posparto, beber sopa de huesos también puede favorecer la recuperación del organismo de la madre, porque el valor nutricional de la médula ósea es muy alto.
¿Qué se puede comer después de una cesárea? 1. Consuma huevos con moderación.
Los huevos tienen un alto valor nutricional y son ricos en proteínas, grasas, lecitina, vitelina, calcio, hierro, vitamina A y otros nutrientes. La grasa es fácilmente digerida y absorbida por el cuerpo humano. La lecitina y la vitelina juegan un papel importante en el mantenimiento de la salud del sistema nervioso y están especialmente indicadas para mujeres embarazadas. Pueden comer huevos cocidos, huevos fritos, huevos revueltos, sopa de huevo o natillas de huevo.
Pero cuantos más huevos comas, mejor. Algunas madres primerizas comen más de una docena de huevos al día, lo que no sólo no logra absorberlos, sino que también afecta la ingesta de otros nutrientes por parte del cuerpo. Con comer de 3 a 4 huevos al día es suficiente. Especialmente es mejor no comer huevos unas pocas horas después del parto, porque durante el proceso de parto, la fuerza física se agota, la sudoración es excesiva, los líquidos corporales son insuficientes y la capacidad de digestión también se reduce. Si come huevos inmediatamente después de dar a luz, será difícil de digerir y aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal.
2. No tienes que decir “no” a la fruta.
Afectadas por los hábitos tradicionales, algunas madres no comen alimentos fríos durante el segundo mes, e incluso no se atreven a comer frutas. De hecho, algunas frutas son muy beneficiosas para la recuperación posparto.