El origen de Cordyceps sinensis

Cordyceps sinensis es una combinación de insectos y hongos, pero no es un ser vivo. El gusano se refiere a las larvas de la polilla murciélago Cordyceps y el hongo se refiere al hongo Cordyceps. Una oruga débil vive bajo tierra a una altitud de 4.500 metros y absorbe nutrientes de las raíces de las plantas. A medida que la nieve se derrite e invade el suelo, trae consigo esporas de un aterrador hongo parásito llamado Cordyceps sinensis. Después de invadir las larvas de la polilla del murciélago, ésta come orugas día tras día. Pero el hongo rápidamente se apiña dentro de su huésped hasta que emerge de la cabeza de la oruga en busca de aire fresco. En este punto nació Cordyceps Sinensis.

Las orugas en invierno se convierten en plantas en verano. Cuenta la leyenda que hace 1.500 años, un pastor regresó exhausto a su casa y descubrió que las vacas que habían comido esta extraña hierba recuperaban rápidamente sus fuerzas. Desde entonces, Cordyceps sinensis ha sido ampliamente utilizado y se ha convertido en un preciado homenaje. Cordyceps sinensis, también conocido como Cordyceps sinensis, es un valioso material medicinal nutritivo de uso común en mi país. Su contenido nutricional es mayor que el del ginseng, puede usarse como medicamento o tomarse directamente y tiene un alto valor nutricional.

Sin embargo, el valor nutricional del cordyceps de distintos orígenes varía mucho. Cuanto mayor sea el origen, más tarde será el plazo de entrega y mayor será el valor nutricional. El Nagqu Cordyceps tibetano está protegido por el Producto de Indicación Geográfica Nacional y es reconocido como un Cordyceps de alta calidad en el mundo. Por lo tanto, la razón por la que Cordyceps sinensis en Nagqu, Tíbet, es más cara es porque la calidad es mejor. Cordyceps es difícil de encontrar. Debes agacharte o arrodillarte y caminar hacia adelante por el suelo para encontrar Cordyceps.