¿Es fácil para los chefs contraer cáncer de pulmón porque tienen que lidiar con los vapores del aceite todos los días?
Los principales componentes de los humos de cocina son aldehídos, cetonas, hidrocarburos, ácidos grasos, alcoholes, compuestos aromáticos, cetonas, lactonas y compuestos heterocíclicos. La toxicidad de los humos de la cocina incluye principalmente:
La toxicidad pulmonar La inhalación de los humos de la cocina puede causar inflamación pulmonar y daño a las células tisulares en ratas. El ciclo celular anormal y la reducción de la tasa de apoptosis en el tejido pulmonar de ratas después de inhalar vapores de cocina pueden ser uno de los mecanismos que conducen al cáncer de pulmón en ratas.
La inmunotoxicidad y los vapores de la cocina pueden afectar la inmunidad celular del cuerpo, la función de los macrófagos, el efecto antitumoral y la función de control inmunológico, reduciendo así la función inmune del cuerpo.
Mutagenicidad: Existen sustancias genotóxicas en los vapores de cocina que pueden provocar diferentes efectos biológicos como mutación genética, daño al ADN y daño cromosómico.
Los vapores de la cocina son potencialmente cancerígenos para el cuerpo humano. Los vapores de la cocina provocan diversos grados de lesiones anormales en el tejido testicular de las ratas, que tienden a empeorar a medida que aumenta el tiempo de exposición. La condensación de los humos de la cocina también tiene cierto impacto en el sistema reproductivo de los machos de la mosca de la fruta, lo que puede provocar infertilidad.
En resumen, los humos de cocina contienen una variedad de componentes químicos tóxicos, que son genéticamente tóxicos, inmunotóxicos, pulmonares y potencialmente cancerígenos para el organismo. La contaminación por humos de cocina y sus daños a la salud humana son problemas ambientales interiores que merecen atención.